Casa Cariello atesora medio milenio de arte en Tamarit
La declaración como BIC eleva a la categoría de monumento el palacio del siglo XVII. El edificio conserva muebles de las épocas isabelina y alfonsina

Barandillas de madera tallada. - AYUNTAMIENTO DE TAMARIT

Barandillas de madera tallada. - AYUNTAMIENTO DE TAMARIT

Los primeros elementos arquitectónicos de la casa palaciega de Tamarit de Llitera son del siglo XVII. - AYUNTAMIENTO DE TAMARIT

El mobiliario se conserva en perfecto estado. - AYUNTAMIENTO DE TAMARIT

La genealogía de los Cariello. - AYUNTAMIENTO DE TAMARIT

Los techos están entre los elementos singulares. - AYUNTAMIENTO DE TAMARIT

Mobiliario del siglo XIX y el XX. - AYUNTAMIENTO DE TAMARIT
El número 3 de la calle Caballeros de Tamarit de Llitera, paralela a la del Palau, alberga un tesoro arquitectónico: Casa Cariello, conocida así por el apellido de la familia que la ha habitado en los últimos siglos (ahora de manera parcial), acumula en su estructura y su mobiliario elementos que van del estilo barroco del siglo XVII al isabelino del XIX y el alfonsino del XX. Y se apoya sobre unas estructuras datadas del gótico, lo que sitúa el origen del edificio entre dos y cinco siglos antes.
El palacio, que compartió calle con las casas de otras familias principales de la localidad como los Puch o los Carpi, ha sido declarado BIC (Bien de Interés Cultural), en la categoría de monumento, por “su relevancia artística y arquitectónica” y por contener “elementos excepcionales” como la “fachada aligerada posterior” o por el hecho de que “en su interior -según el investigador Pedro A. Ayuso- contenga un pozo de hielo o nevera”.
El edificio se suma a una lista local que integran los restos del Castillo musulmán de los siglos IX-X, la iglesia de Santa María la Mayor, datada en el tránsito del románico al gótico, en torno al siglo XII, y los yacimientos de Els Castellassos, que abarca de la época íbera a la musulmana, y de La Vispesa, poblado hace más de 2.300 años.
Pese a la declaración, la conservación del edificio sigue siendo realizada por la familia propietaria, explican fuentes del ayuntamiento de Tamarit de Llitera.
La catalogación como BIC, que impone limitaciones urbanísticas en otras 14 fincas urbanas y varias calles incluidas en su entorno, conlleva para los propietarios la obligación de permitir las visitas de público cuatro días de cada mes en periodos que sumen al menos cuatro horas en cada uno de ellos.
En la práctica, y aunque no existe un régimen oficial de visitas, Casa Cariello está abierta al público. “Hasta ahora las están gestionando ellos a titulo personal; es decir, nosotros le pedimos si nos dejan acceder y ellos siempre nos abren”, explica la alcaldesa de Tamart de Llitera, Sandra González.