HALLAZGOS ARQUEOLOGÍA
Un equipo valenciano encuentra el último misterio de Pompeya
Según la tradición los cuerpos de los adultos siempre se incineraban en Pompeya, la ciudad destruida por la erupción del Vesubio en el año 79 dC. Sin embargo el hallazgo de investigadores de la Universidad de Valencia de una tumba perfectamente conservada y con el cuerpo parcialmente momificado de un hombre ha descolocado a los arqueólogos.
“Se trata de un hallazgo importantísimo y único. Es la única tumba en Pompeya con cámara para la inhumación y además con una inscripción que cuenta no solo la vida del difunto sino también su afición al teatro y a las obras artísticas sobre todo en griego, por lo que es la primera vez que se comprueba que en la ciudad se realizaban espectáculos en este idioma”, explicó Llorenç Alapont, investigador del departamento de Prehistoria, Arqueología e Historia Antigua de la Universidad de Valencia.
Este descubrimiento puede cambiar todo lo conocido hasta ahora de la tradición funeraria de los romanos
Marcus Venerius Secundio falleció con más de 60 años, cuando la esperanza de vida rondaba entonces los 45. La conservación de su cabello, del cartílago de su oreja y de sus huesos constituye un milagro biológico que se suma a la riqueza arquitectónica de la tumba. Fue enterrado una pequeña celda, un rito funerario altamente inusual en aquella época.
“Tenemos varias hipótesis, pero la primera que barajamos es que se trataba de una persona con una afiliación griega porque en Grecia se prefería la inhumación a la incineración”.
A pesar de los primeros descubrimientos, todavía deben analizar las sustancias que cubrían el cuerpo y una especie de tejido hallado también en la tumba que permitirán desvelar un gran misterio que, según Alapont, “puede cambiar lo que sabíamos de las tradiciones funerarias en el mundo romano”.