ARTE
“Hay partido, si se quiere jugar”
Antoni Gelonch y Francesc Canosa creen que la Generalitat y el Estado no se implican suficiente para impedir el traslado de los frescos del MNAC a Sijena. En un debate en el Museu Morera

El debate sobre sobre las pinturas del MNAC, ayer en el Museu Morera. - JORDI ECHEVARRIA
❘ lleida ❘"Hay partido, si se quiere jugar". Antoni Gelonch, escritor y abogado, y Francesc Canosa, periodista y escritor, resumieron con este símil deportivo, en un debate en el Museu Morera, la situación actual tras la sentencia del Tribunal Supremo que ordena el traslado al monasterio de Sijena de los frescos conservados en el Museu Nacional d’Art de Catalunya (MNAC). Gelonch opinó que “las administraciones parece que quieren jugarlo poco, porque la Generalitat no se ha personado ante el Tribunal Constitucional y el ministerio de Cultura no ha pedido los informes para impedir el cumplimiento de la sentencia”. “Creo que es lamentable que no se hayan seguido todas las posibilidades jurídicas. Me sorprende el papel del ministerio, que presenta una sincera demanda respecto a Eurovisión, pero que ha sido incapaz de pedir al Instituto del Patrimonio Histórico español un informe para oponerse al traslado de los frescos”. Ante esta situación, apostó por “seguir ejerciendo la presión popular y de los sabios para que este disparate que podría suponer la desaparición de las pinturas no acabe sucediendo”. Canosa, por su parte, recalcó que “si el partido no se quiere jugar, se pierde”, y defendió que “esto no va de arte, va de política”.
Asimismo, Gelonch recordó que juristas y el patronato del MNAC consideran que no es posible acatar la sentencia “porque las pinturas pasarían de estar perfectamente protegidas y con un futuro seguro a poder ser deterioradas y con un futuro incierto, incluso de destrucción total, y porque el interés general debe prevalecer sobre el interés privado de la propiedad”. Consideró que “si el Estado fuera razonable, se podrían estudiar posibles compensaciones, como económicas, un mapping o acceso gratuito de por vida al MNAC a los habitantes de Villanueva de Sijena”. Defendió que los frescos no fueron “arrancados”, sino “salvados” de ser destruidos, y Canosa remarcó que los catalanes no quemaron el cenobio de Sijena. “Las mentiras se trasladan de padres a hijos y acaban siendo argumentos”, indicó, y dijo estar preocupado porque “nuestras instituciones se las han creído”.
Ambos atribuyeron el inicio del conflicto a la disgregación del obispado de Lleida y Canosa consideró que “nosotros tampoco lo estamos haciendo bien”. “Se está entregando todo y se abre como una barra libre a que lo reclamen todo, pero solo lo de Catalunya. El país está narcotizado y hasta que no ha pasado en Barcelona parece que no había pasado nada”. “¿Somos ciudadanos de segunda los de Lleida?”, se preguntó, y propuso que “si nos roban las pinturas, se debería hacer una sala de ausencias y explicar cómo nosotros las salvamos, y como el Museu las salvó, deberíamos ejercer un liderazgo”. En todo caso, incidieron en que “no nos perdonaríamos no haber llegado hasta el final” en este conflicto.