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Dembélé, que salió de titular, intenta salvar la entrada de Bardhi.

Dembélé, que salió de titular, intenta salvar la entrada de Bardhi.EFE

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Messi, siempre Messi. El crack argentino volvó a ser un jugador determinante y con un enésimo hat trick sostuvo ayer al Barcelona al frente de la clasificación, tras ganar en un campo en el que la pasada temporada los de Ernesto Valverde perdieron su racha de imbatibilidad. Ayer, un nuevo triplete de Leo Messi, siempre él, liquidó al Levante en su duelo con el Barça (0-5) en el Ciutat de València, en un partido en el que la buena primera parte del equipo valenciano se vio castigada por la gran efectividad en ataque del equipo azulgrana. Luis Suárez y el astro argentino, ya no tuvieron piedad en el segundo periodo para sentenciar un partido que ratifica el sólido liderato del equipo azulgrana en la Liga.

El Barcelona, pese a las dudas iniciales –tuvo la baja de última hora del lateral Semedo–, se tomó así cumplida revancha del 5-4 de la penúltima jornada de la pasada Liga, que privó a los barcelonistas de cerrar el campeonato sin perder ni un solo partido. La ausencia de Semedo obligó a Valverde a jugar con tres centrales y Dembélé de carrilero, lo que generó algunas dudas en los primeros minutos.

El Levante tuvo ocasiones con el 0-0, con un larguero incluido, pero el Barça se retiró al descanso con 0-2

El Levante lo aprovechó para crear ocasiones en los primeros 45 minutos, pero el Barcelona golpeó con las dos que tuvo en este periodo para llegar al descanso con 0-2 y liquidar el partido, con apenas un minuto y medio disputado del segundo periodo, con un nuevo gol de Messi, del que nadie puede dudar que sigue siendo el mejor jugador del Mundo, aunque se le niegue el Balón de Oro.

El Levante salió con mucha intensidad en busca de la portería de Ter Stegen, ante un Barcelona al que pareció que le costaba unos minutos ubicarse sobre el terreno de juego, lo que a punto estuvo de costarle un gol a los cinco minutos de juego.

Una internada en el área de Emmanuel Boateng culminó con un derechazo del ghanés, que puso a prueba al meta barcelonista. Pasada la efervescencia inicial del Levante, el Barcelona se hizo ligeramente con el control del centro del campo frente a un rival muy batallador que pretendía jugar con sus armas de tú a tú al equipo de Ernesto Valverde.

En defensa, los levantinistas se afanaban en cortar la líneas de pase al argentino Leo Messi. De hecho, la buena labor defensiva local supuso que Oier no tuviera que intervenir en los primeros 25 minutos de partido e incluso fue la portería barcelonista la que vivió las situaciones más angustiosas en estos primeros compases del encuentro.

Superada la media hora el Levante le había perdido el respeto al Barcelona y el partido se jugaba en buena parte del mismo en terreno de juego visitante, con un Levante que buscaba el gol ante un Barça dubitativo que vio como un balón de Boateng se estrellaba en el larguero y que cayó al suelo muy cerca de la línea de gol. El recuerdo del partido de la pasada temporada estaba en la mente de todos.

Sin embargo, muy poco después y en la primera ocasión clara que tuvo el Barcelona no perdonó. Messi avanzó por la línea frontal del área en busca de un disparo y, tras no encontrarlo, asistió a Luis Suárez, que remató para batir a Oier y hacer subir el 0-1 al marcador.

Aunque al Levante no le afectó el gol y se fue a por el empate, fue de nuevo el Barcelona el que encontró el premio del gol a tres minutos del descanso, tras encarar Messi al meta levantinista y no perdonar el 0-2. La pegada del líder había hecho mucho daño al Levante.

De esta manera, el partido llegaba al descanso con un 0-2 que castigaba mucho al equipo local, después de que hubieran sido ellos los que habían tenido las mejores ocasiones. Pero en fútbol deciden los goles y quien los puso fue el equipo barcelonés. El Barça no había estado cómodo, pero fue letal en sus acciones ofensivas.

Fue esta misma pegada la que permitió al Barcelona sentenciar el partido en el arranque del segundo tiempo. Con un solo minuto disputado de la segunda midad, una jugada de Suárez y Jordi Alba acabó en un pase a Messi que cruzó raso y junto al palo para establecer el 0-3 y su segundo gol de la noche.

Este tercer gol desactivó al Levante a la par que el Barcelona ya jugaba a placer puesto que los goles habían despejado todas las dudas que a lo largo de los primeros 45 minutos podía haber dejado el planteamiento de su juego.

Ante un rival conmocionado por la dureza de la pegada del líder, el Barcelona logró aumentar su ventaja con el 0-4 y, con más de media hora por delante, gracias a otra fulgurante jugada en la que Luis Suárez asistió a Arturo Vidal y cuando parecía que el chileno dispararía, centró al otro palo y Messi solo tuvo que empujar el balón para sellar otro hat trick.

A pesar tiempo que quedaba por jugarse, el partido ya no tuvo más historia, con el Barcelona moviendo el balón sin prisa y en busca de otra acción con la que aumentar su goleada, mientras que el Levante, muy tocado anímicamente, intentaba con tímidas aproximaciones marcar el gol del honor, que finalmente no llegó, deseando que la pesadilla finalizara lo antes posible.

Además, a los 77 minutos de partido, el equipo de Paco López vio como Cabaco era expulsado por una fuerte entrada a Dembélé en la frontal del área, lo que facilitó que los barcelonistas ampliasen su cuenta con un gol de Piqué a tres minutos del final para sellar el 0-5 y mantener con solvencia el liderato en la clasificación.

Dembélé, que salió de titular, intenta salvar la entrada de Bardhi.

Dembélé, que salió de titular, intenta salvar la entrada de Bardhi.EFE

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