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Suárez, en el momento de dar el pase que Vidal  convirtió en el 1-2.

Suárez, en el momento de dar el pase que Vidal convirtió en el 1-2.EUROPA PRESS

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Un gol de Wu Lei en el minuto 88 dio el empate al Espanyol anoche contra el FC Barcelona en un derbi en el que Luis Suárez fue el que tiró de los barcelonistas, sin éxito al final jugando con uno menos por expulsión de De Jong. No obstante, el punto mantiene a los azulgranas en el liderato y les da el honorífico campeonato de invierno.

Los de Ernesto Valverde volvieron a dejar escapar puntos en los minutos finales, como en Pamplona y San Sebastián, en una actuación de menos a más, después de las vacaciones de Navidad. Luis Suárez y Arturo Vidal, con más días de permiso junto a Leo Messi, cambiaron de color un derbi que se fue al descanso con el 0-1 de David López.

El Barça perdonó y con uno menos los últimos 15 minutos por la segunda amarilla a Frenkie de Jong sufrió el empate de Wu Lei. El delantero chino fue el estilete de un Abelardo que comienza con buen pie y levantando el ánimo del colista. Los azulgrana cierran la primera vuelta en lo alto de la tabla, aunque empatados (40 puntos) con un Real Madrid que horas antes había ganado (0-3) en Getafe.

La motivación extra del derbi y un sistema más seguro con Abelardo dieron al equipo ‘perico’ un primer tiempo soñado. El Espanyol, incapaz de ganar en casa este curso, se aseguró en dos líneas de cuatro, sabiendo cuándo presionar, y el Barça no terminó de arrancar. Los de Valverde apostaron por la paciencia en busca de algún desajuste, pero sin ritmo ni velocidad. En esas llegó el gol de David López, en una falta lateral que peinó ante la estatua de un Neto que jugaba por el lesionado Ter Stegen. Pasaban los 20 minutos y entonces apareció Messi por primera vez en el área rival. El argentino fue quien más lo intentó, pero ni mucho menos tuvo su día, y pese al espesor de las vacaciones, Luis Suárez estrelló un balón en el palo.

Le vino bien al Barça la alegría del Espanyol, que por momentos se vino arriba, para disfrutar de más espacios, como un contragolpe en el descuento que entre Messi y Griezmann no supieron culminar. No le sentó bien el descanso al cuadro local y en el 50’ descuidó su espalda para que a la segunda, Suárez dejara su detalle de goleador con el 1-1, a centro de Alba y un remate no apto para todos.

El uruguayo hizo también de asistente poco después y con el exterior puso un centro medido a Arturo Vidal para el 1-2. El chileno saltó del banquillo en el vestuario, separando lo deportivo de los despachos con esa denuncia al club por impagos. El duro cambio de guión lo acusó el Espanyol hasta que Calleri estiró de nuevo a los locales. El Barça perdonó y, como ya le había ocurrido, lo pagó.

Suárez tuvo dos mano a mano con Diego López y la expulsión de De Jong dejó más huecos si cabe en un entramado culé poco fiable esta temporada. El golpe de fe ‘perica’ lo dio Wu Lei en el minuto 88, para dejar mejor sabor de boca en el último clasificado que en el primero. Un Barça que se va a la Supercopa con cierta incertidumbre.

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