LOS DETALLES
El Lleida se bloquea tras encajar la segunda derrota seguida
Encaja la segunda derrota seguida tras avanzarse en el marcador y ante un Ebro con mucho más oficio || Dos goles en jugada de estrategia condenan a los de Gabri, que siguen a seis puntos del play off de ascenso pero se quedan a solo cuatro del descenso
El Lleida recayó y repitió los mismos errores de partidos anteriores, lo que le condena a encajar la segunda derrota consecutiva y tercera en las últimas cuatro jornadas, en el Camp d’Esports (1-2) ante un Ebro con mucho más oficio y que remontó el gol tempranero de Moha. Los de Gabri hicieron lo más difícil, que era adelantarse en el marcador, con un gol del senegalés (3’) a las primeras de cambio pero luego evidenció una alarmante falta de madurez y de saber leer correctamente los partidos y vio como los aragoneses, que no habían conseguido nunca ganar en Lleida, remontaban el marcador con dos goles surgidos en sendas jugadas de estrategia, un saque de banda y un córner. El partido comenzó bien para los azules con el gol de Moha tras recibir un gran pase de Figueras desde su campo (1-0).
Sobre el césped del Camp d’Esports se puso, una vez más, en evidencia la clara dependencia del equipo de su máximo goleador, que da la sensación de que es el único que puede desatascar un partido en un momento dado. Moha tuvo, en este primer tiempo, otras tres claras ocasiones (7’, 33’ y 39’) pero en las tres el portero Loscos colocó la mano de manera prodigiosa para evitar el tanto y en la primera de ellas aún volvió a lucirse a tiro de Joanet, que recogió su rechace en el área pequeña. Empató el Ebro también muy pronto, con un rechace al borde del área que aprovechó perfectamente Óscar Sanz (1-1).
Con todo, el Lleida tuvo a su alcance el 2-1, pero el larguero repelió una falta directa lanzada por Yasser (12’). El Ebro también gozó en este entretenido primer tiempo de dos buenas ocasiones en las botas de Altube (15’) y Sarriegi (22’) –un lateral al que el técnico visitante colocó como punta–. Ramon Vila atajó la primera y la segunda fue al palo.El segundo tiempo fue otra cosa.
Gabri señaló a Fall y Figueras –en la sala de prensa les reprochó su falta de liderazgo– dejándolos en el vestuario, pero el Lleida no mejoró. Es más, al igual que le ocurrió hace siete días en Pinilla ante el Teruel, desconectó del partido y jugó ya siempre a remolque de un Ebro que supo marcar siempre el ritmo que más les convenía. David López (59’) lo intentó con un remate lejano que salió por encima del larguero y, a partir de ahí, los aragoneses mandaron definitivamente sobre el césped.
Yasser (65’) sacó bajo palos un remate de Altube y en el córner posterior, Adán establecía el 1-2 definitivo (66’). Y aún pudo marcar un tercer gol en un cabezazo de Miguel Díaz al que Ramon Vila respondió con una gran parada (80’). Hasta el final, el Lleida jugó más con el corazón que con la cabeza, y sólo se aproximó al área en acciones individuales de Moha pero en ninguna de ellas creó el más mínimo peligro ante Loscos.
Eso sí, la afición sigue sin perder la fe en el equipo, y como prueba los aplausos con que lo despidió. Gabri, el entrenador del Lleida, volvió a hacer gala de su sinceridad después de la derrota de su equipo al afirmar que “es evidente que el equipo adolece de una clara falta de liderazgo. Nos faltan dos o tres jugadores que en un momento como este sepan dar un grito y activen al resto de compañeros”.
A este respecto señaló a Fall y Roger Figueres, a los que cambió en el descanso, añadiendo que “han de dar un paso al frente y echarse el equipo a sus espaldas”. Tras reconocer que es cierto que el Lleida tiene una evidente dependencia de Moha matizó que “tambien tenemos a otros jugadores para cumplir su rol”.
Finalmente, explicó que “el equipo está tocado y yo precupado porque nos estamos jugando mucho y no avanzamos. Otros equipos marcan primero y ganan. Nosotros, no”. Por su parte, Toribio, en sala de prensa, aseguró que el equipo había merecido algo más ante el Ebro para añadir que “es cierto que somos un equipo muy joven pero nos dejamos la vida en el campo y en los entrenos”. Joel Febas añadió que “hay que ser autocríticos. No sé si es por la edad o por la falta de madurez, pero estamos fallando demasiado”.