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Irreductible Barça

Los azulgranas, liderados por un estratosférico Lamine Yamal, logran recuperarse del 0-2 inicial y terminan empatando a tres en un partido memorable. El equipo de Flick, que perdió a Koundé por lesión, se jugará el pase a la final el próximo martes en Milán

Ferran Torres, en el momento de marcar el 2-2 antes del descanso. - EFE / SIU WU

Ferran Torres, en el momento de marcar el 2-2 antes del descanso. - EFE / SIU WU

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El Barça empató anoche contra el Inter de Milán (3-3) en la ida de las semifinales de la Liga de Campeones, en una eliminatoria que irá abierta a la vuelta en el Giuseppe Meazza tras un empate tremendo, en un partidazo a la altura del escenario en el que el equipo azulgrana igualó el duelo en dos ocasiones y no pudo ganar por dos largueros, uno al final del choque, de un Lamine Yamal espectacular. El Barça demostró un carácter ganador, el mismo que le llevó el sábado a ganar la Copa del Rey ante el Real Madrid. Pero esta vez, cansados al final, rozaron el milagro y acabaron dando por bueno un empate que deja todo abierto. Porque el Inter marcó tres goles en pocas más aproximaciones, pero obligó al Barça a remar, y mucho.

Antes del partido, en el calentamiento previo, Lamine Yamal dio el gran susto cuando se fue a vestuarios antes que sus compañeros. Y se vio a Fermín, suplente, aumentando el ritmo en sus ejercicios. Pero cuando se cantó su nombre por megafonía en el once inicial y saltó al césped, la parroquia blaugrana respiró. Si bien el gran susto fue el gol de Marcus Thuram a los 30 segundos. Pero el duelo de Lamine Yamal fue un espectáculo. De ese susto inicial se pasó a una primera parte que rozó la perfección, con un golazo y siendo clave en la remontada del Barça, que pasó del 0-2 en el minuto 21 al 2-2 en el 38’, cuando Ferran Torres igualaba la contienda para llevar ese empate al descanso. Una primera parte de infarto en la que se vio una reacción de campeón del Barça, pero con la mala noticia de la lesión y cambio de Jules Koundé, el héroe de la Copa.

El Barça no se amilanó con el 0-1 tan temprano y Lamine Yamal le dio un gran balón a Ferran Torres, dentro del área, que controló rápido y, aunque bien tapado, logró chutar y su tiro lamió la base del palo izquierdo de Yann Sommer. Poco después, a la salida de un córner, Ferran se hizo con un rechace y envió un trallazo que se fue por poco fuera, con Sommer vendido.

Pero el jarro de agua fría fue doble. Porque en el 21’, a la salida de un córner Dumfries remató de tijera para fusilar a Szczesny. El Barça, que estaba siendo valiente, con una gran reacción al primer gol, se repuso de la mejor forma posible al segundo ‘mazazo’ interista.

Y lo hizo gracias a Lamine Yamal, que celebró sus primeros 100 partidos como ‘culer’ con un 1-2 que fue un auténtico golazo. Las esperanzas de ir vivos a Milán llegaron en el 24’ gracias al de Rocafonda, que corrió, encaró a la poblada defensa, se hizo un hueco y disparó con potencia para enviar el balón al palo y la red. Con Ferran y Lamine a este nivel, el Barça quería soñar. Pero fue Dani Olmo quien quiso sumarse al intento de la remontada y suya fue una ocasión clarísima. Una recuperación de Lamine terminó en pase hacia él, que de nuevo puso a prueba a un gran Sommer, el mejor del Inter.

Del 0-2 en el minuto 21 se pasó al 2-2 en apenas 17 minutos, en una gran reacción de un Barça que, con el sello Flick, nunca se rinde. En la reanudación, Hansi Flick movió fichas y salió tras el descanso con Iñigo Martínez como lateral zurdo, en el lugar de Gerard Martín, mientras que entró Ronald Araujo desde el banquillo. Por lo que el Barça jugaba la segunda parte con cuatro centrales. También tuvo que mover ficha Simone Inzaghi, por lesión del delantero Lautaro Martínez.

La segunda parte empezó mejor para el Barça, pero se repitió el guion. De nuevo a balón parado, Dumfries hizo el doblete con un remate de cabeza (64’), pero un minuto después, Raphinha disparó de lejos, desde su casa, y tras dar en el larguero el balón impactó en Sommer y entró. El Barça entró en una fase peligrosa, en la que incluso el Inter marcó, aunque fue bien anulado por fuera de juego milimétrico.

En un arreón final, el equipo azulgrana logró encerrar al Inter. Y, pese a que hallar huecos parecía imposible, Ferran y Lamine se volvieron a asociar para que el de Rocafonda bombeara el balón y de nuevo lo estrellara en el larguero. Tuvo ahí el triunfo el Barça, y poco después Sommer desvió otro tiro lejano de Raphinha que olía a gol.

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