BALONCESTO
La lucha no basta: El Hiopos vende cara su piel ante el líder Madrid, aunque acaba encadenando su quinta derrota
Los leridanos jugaron a un buen nivel pero pecaron de inocencia al final

Zoriks trata de encarar a Facundo Campazzo, en una acción del encuentro. - JAVI ENJUANES
El Hiopos Lleida volvió a remar sin descanso para, por quinta vez consecutiva, quedarse sin premio. Y es que parece que los leridanos viven en su particular día de la marmota, sea quien sea su rival. Luchan, se reponen de los malos momentos, ven la orilla de la victoria a su alcance, pero acaban hundiendo su propia barca. Especialmente cruda fue la derrota de ayer, porque los de Gerard Encuentra estuvieron cerca de volver a superar a uno de los mayores buques del campeonato, el líder Real Madrid, que libró victorioso la batalla del Barris Nord (81-88) haciendo valer su talento y su mayor dominio de los detalles. Pasaron muchísimas cosas y la mayoría de ellas hablan bien de los leridanos: enérgicos, convencidos, corales y más acertados en ataque pese a una nueva absencia de Batemon. Sin embargo, la diferencia de puntos con la que se resolvió el partido, siete, fue el mismo número de tiros libres que falló el Hiopos (15/22), mientras que el conjunto blanco solo erró uno (26/27) y se llevó el triunfo ante un equipo leridano que recuperó las sensaciones, vendió muy cara su piel, pero volvió a desvanecerse al final.
Tras el 2-0 inicial, el Real Madrid dio el primer golpe sobre la mesa. Con dos triples y el dominio interior de Tavares, que solo apareció en el primer cuarto (4 puntos), impuso un parcial de 0-10 que obligó al Hiopos a ir a remolque desde muy pronto (2-10). El intercambio de golpes favorecía a los blancos, aunque el equipo leridano, más acertado que últimamente, se colocó a cuatro puntos con un triple de Mikel Sanz (17-21). Sin embargo, además de su acierto exterior, el Madrid contó con la inestimable ayuda de los tiros libres. Tiró nueve –ocho acertados– en el primer cuarto; el Hiopos, ninguno. Y la ventaja blanca al término de los diez primeros minutos fue de nueve puntos (19-28).
Nada más regresar al partido, otra falta sobre Maledon provocó una técnica a Encuentra y el 22-31. Acto seguido, Ejim lanzó los primeros tiros libres para el Hiopos (23-31), que pese a estar a un buen nivel no era capaz de hacer frente a un Madrid que alcanzó una máxima ventaja de once puntos (25-36).
Pero el conjunto leridano estaba convencido de luchar sin excusas y, en el tramo central de cuarto, le devolvió el parcial al Madrid (12-0) para ponerse por delante con el 37-36. Una de las piezas claves fue la aparición de Golomán, con 10 puntos en el segundo cuarto y minimizando a Tavares, para que los dos tiempos muertos que pidió Scariolo para frenar el arranque leridano resultaran inútiles.
La racha leridana la cortó Hezonja, el mejor de los blancos con 22 puntos, con dos canastas (39-41) que calmaron las aguas y permitieron que los blancos afrontaran con una ventaja, aunque mínima, la segunda parte (43-46). El Hiopos Lleida mantuvo la sangre en los ojos tras el descanso y, después de cinco puntos de Agada (48-50), apareció un protagonista inesperado, Mikel Sanz. El alero vasco se encendió con siete puntos consecutivos que situaron a los leridanos cinco puntos por delante (55-50). Scariolo volvió a parar el partido y el Madrid tiró de sus mejores armas para dejar el partido a un punto (60-59), distancia a la que terminó el cuarto tras la aparición final de Zoriks (67-66).
Pero los pequeños detalles marcaron la diferencia en el tramo final. Al equipo blanco solo le hizo falta un arreón liderado por Procida para recobrar la ventaja primero (69-71) y después encarrilar la victoria a cinco minutos del final, con tres triples consecutivos, del propio Procida, Llull y Hezonja (72-80). Pero si una cosa no perdió el Hiopos fue la esperanza. Después de errar dos tiros libres y verse a nueve puntos (73-82), se aferró al duelo gracias a Walden (78-82). Quedaban tres minutos y, cuando la pelota más quemaba, la moneda volvió a salir cruz. Con 78-84, el Hiopos hizo grandes defensas para evitar que el Madrid puntuara, pero cometió tres pérdidas muy inocentes, tras un triple liberado de Shurna que no entró, y se quedó sin opciones (81-88).