La producción de aceite de oliva se situará en unas 16.000 toneladas, la peor campaña en 15 años

La Federació de Cooperatives Agràries de Catalunya (FCAC) alerta de que la campaña de aceite de oliva 2022-2023 podría caer hasta las 16.000 toneladas. Esta cifra supone la peor de los últimos 15 años, incluso por debajo de la previsión de 19.000 toneladas que se hizo en septiembre. Es cerca de un 25% inferior a las 20.600 toneladas de la campaña 2018-2019, la siguiente más baja. La producción media de aceite en Cataluña es de 31.000 toneladas. Por todo ello, la FCAC ha pedido una reunión urgente al Departament d'Acció Climàtica para adoptar medidas ante el descenso de la producción y el aumento de precio de los input y de la energía, cuadruplicados en un año. La sequía desde hace dos años es el principal factor que ha provocado la caída del 50% de la media catalana.

Antoni Galceran, responsable de aceite de oliva de la FCAC, argumenta que la "sequía que se arrastra" después de dos años consecutivos con déficit de pluviometría, agravada por las olas de calor desde mayo y las fuertes heladas de abril, han provocado una caída histórica de aceite de oliva, de un 50% inferior a la media de Cataluña. Esta caída se ha agravado todavía más en las zonas de secano. Las expectativas de la FCAC no son buenas y ya se ha pedido una reunión urgente con el Departament d'Acció Climàtica. Piden medidas para hacer frente a la situación que sufren las cooperativas del sector del aceite de oliva a día de hoy con el objetivo de evitar un aumento sustancial del precio del aceite al consumidor.

Por zonas productoras, en el Baix Ebre y Montsià la caída podría suponer más del 80% en relación con la media y se situaría en 4.500 toneladas. En Lleida (Garrigues y Segrià) la reducción sería en torno al 50% (6.000 toneladas) y en el resto de zonas productoras de Tarragona, la situación es variable dependiendo de la producción obtenida la campaña anterior. En las demarcaciones de Barcelona y Girona se obtendrían unas 1.000 toneladas, un 33% menos.

En el ámbito europeo se prevé una caída del 35% de la producción, que se situaría en 1.470.000 toneladas, hecho que supone una reducción de la disponibilidad de aceite en el mercado internacional de cerca de 800.000 toneladas.

Al mismo tiempo, la bajada de la producción se ve agravada por el incremento del precio de los input y de la energía, que se han cuadruplicado en un año. Aparte que la invasión rusa de Ucrania disparó el precio del aceite de girasol – del cual Ucrania tenía casi la mitad de la producción mundial – provocando que el resto de aceites vegetales también incrementaran el precio porque, en algunos casos, se pueden utilizar como productos sustitutivos.

La FCAC aglutina un centenar de cooperativas oleícolas que elaboran el 73% del aceite de oliva.