Cincuenta padres imputados por no retornar a sus hijos o llevárselos sin consentimiento

Los juzgados de las comarcas leridanas han imputado en cuatro años, entre 2014 y 2018, a cincuenta padres y madres por llevarse sin consentimiento a sus hijos o no entregarlos al otro progenitor tras un régimen de visitas. Según los últimos datos de la Memoria de Fiscalía, solo el año pasado se investigó a trece leridanos por este delito, lo que supone un incremento del 18,18% respecto al 2017, cuando se abrió diligencias judiciales a once personas. Los casos de mayor gravedad son cuando el niño es trasladado fuera de España, aprovechando habitualmente que uno o los dos progenitores son de origen extranjero. Precisamente, entre estos se encontraría el de la leridana Farah Mohamed, que lleva más de diez meses luchando por recuperar a su hijo Adam, de 3 años, tras denunciar en enero que su marido lo retiene contra su voluntad en El Cairo tras engañarla y amenazarla de muerte. La justicia egipcia le dio la custodia del niño a la madre, pero la sentencia no se pudo ejecutar porque el padre se cambiaba continuamente de domicilio y las autoridades no lo localizaban.

Hace dos meses, esta vecina de Torrefarrera denunció a este diario que los trámites en España seguían sin avances. “Desde que regresé no ha habido ningún avance para conseguir medidas cautelares y ya no sé que hacer”, lamentó, mientras destacó que “estamos luchando a contrarreloj porque, si no hay ningún avance en los próximos meses, el padre del niño podría declarar que Adam tiene arraigo en Egipto”. En el Cairo también está estancado el proceso judicial porque “el padre continuamente está cambiando de casa y no le llegan las notificaciones judiciales. Las autoridades no pueden dar con él”, explicó.

Los casos más graves de sustracción de menores son cuando el niño es trasladado fuera de España

Al caso de Farah se suma el de la madre uruguaya que permanecía desde hacia una semana encerrada en el consulado de su país en Barcelona junto a su hija de siete años y que el viernes finalmente cumplió con el plazo fijado por el juzgado de Vielha para que la menor se vaya con su padre, al que habían otorgado la custodia de la menor. Aunque la madre no se enfrentaría ahora a cargos por sustracción de menores, sí lo hizo en 2016, cuando se la llevó a Uruguay tras denunciar al padre por abusar de la menor. El caso fue archivado de forma provisional por la Audiencia de Lleida y la jueza de la capital de la Val d’Aran concedió la custodia al padre, que denunció a su expareja por sustracción de menores. El pasado verano, la madre regresó con su hija y se estableció en Castelldefels. El conflicto ‘diplomático’ se inició el pasado 4 de octubre cuando la mujer se encerró en el consulado para impedir que la niña se fuera con el progenitor. Finalmente entregó a la menor a los Mossos d’Esquadra que hacían guardia en la puerta para que la trasladaran a Vielha, donde reside su padre.