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Los alumnos que cursan religión ya son minoría en Primaria y ESO en Lleida

En el conjunto de centros públicos y concertados, por primera vez el pasado curso

Imagen de estudiantes en una clase de religión en un centro educativo.

Imagen de estudiantes en una clase de religión en un centro educativo.EUROPA PRESS

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El porcentaje de alumnos de Primaria y ESO que cursaron religión en los centros públicos y concertados de las comarcas de Lleida fue el pasado curso inferior por primera vez a los que no lo hicieron, un 46,5% frente al 53,5%. PSOE y Unidas Podemos acuerdan en su pacto de Gobierno que esta materia sea voluntaria y no cuente para la media.

El número de alumnos que cursan la asignatura de religión en la escuela pública sigue cayendo en picado. El pasado curso en Lleida, de acuerdo con las estadísticas oficiales del departamento de Educación, solo fueron un tercio del total entre Primaria y la ESO, concretamente un 32,5%. Este hecho provocó que por primera vez la cifra global de alumnos que cursaron esta asignatura entre todos los centros públicos y privados concertados de Primaria y ESO fuera menor que los que sí lo hicieron. Los primeros son 20.367 de un total de 43.800, lo que representa un 46,5%, frente al 53,5% de los segundos.

En la pública, esta materia fue elegida por el 21,18% de los estudiantes de ESO y el 39,4% de Primaria, y en la concertada por el 88,8% y 90,6%, respectivamente. Esta diferencia se explica principalmente porque la mayoría de centros concertados están o han estado vinculados a órdenes religiosas.

Directores de la pública apoyan la propuesta de cambiar la materia por otra de cultura y hecho religioso

El conseller de Educación, Josep Bargalló, propuso recientemente dejar de impartir la actual asignatura de religión en la pública, al considerar que tiene un carácter confesional que contradice el laicismo de la enseñanza pública, e implantar otra de cultura y hecho religioso para introducir al alumno en el conocimiento de la diversidad de creencias y su influencia en el desarrollo del pensamiento. Este planteamiento es apoyado por varios directores de centros públicos consultados por este diario. “Lo veo bien y necesario, la religión no debería entrar en las escuelas”, indicó el director de un instituto. “Me parece razonable”, corroboró otro, mientras su homóloga de una escuela de Primaria consideró que la actual asignatura de religión se basa en la católica y “no respeta a los alumnos de otras creencias”. “La religión debe ser cosa de la familia”, concluyó. “Los tiempos cambian y esta nueva materia [la propuesta por Bargalló] estaría más adaptada a ellos”, dijo otra. Por su parte, el responsable de un instituto recordó que hace unos años el Gobierno central aprobó que pudiera haber también clases de las religiones evangélica, judía y musulmana. Tras apuntar que sería lógico que también se ofrecieran, añadió que entonces habría que hacer lo mismo con otras confesiones. “¿Sería lógico que en la pública se impartieran clases de seis o siete religiones y en colegios privados católicos solo de una?”, se preguntó, y acto seguido señaló que por ello está de acuerdo con lo que dice Bargalló. Eso sí, precisó que esta es una competencia que depende del Gobierno central.

Los maestros de esta asignatura avalan reformarla La Associació de Mestres de Religió de Catalunya (AMRC), sindicato que representa a la mayoría de docentes que ahora imparten esta materia, también está de acuerdo con el cambio que propone el conseller de Educación. Así lo manifestó su presidenta Susana Vilar, en declaraciones a este diario. “Va en la línea de la propuesta que nosotros presentamos en su día tanto a la conselleria como al ministerio de Educación”, afirmó. Además, consideró que tampoco tiene por qué suponer ningún problema hacer lo mismo en la mayoría o al menos en una parte de la privada concertada. “En las escuelas Pías o en las Vedrunas ya hace tiempo que se imparte una asignatura con contenidos diversos que incluyen todas las confesiones”, aseguró. Vilar también defendió que el profesorado que ahora da clases de religión está perfectamente capacitado para hacer lo propio con una materia de cultura y hecho religioso. “Creo que está muy bien formado porque ya hace tiempo que programamos cursos de formación sobre diversidad religiosa, y otros monográficos sobre el judaísmo o las religiones orientales, por ejemplo”, manifestó. Vilar indicó que “no hay que enfocar la asignatura desde el punto de vista confesional, que debe quedar en el ámbito familiar, pero los niños sí deben conocer el hecho religioso, que está presente en nuestra sociedad desde la Prehistoria”. Por último precisó que este nuevo enfoque de la materia debería tener una base mayoritaria “cristiana-católica”, porque es clave en las tradiciones y cultura de la sociedad catalana.

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