La problemática de la falta de espacio en el cementerio de Lleida hace que los musulmanes opten por enterrar a Zaragoza y Valencia

La irrupción de la pandemia y el consecuente cierre de las fronteras hizo que los musulmanes no pudieran repatriar los cuerpos de sus difuntos, la práctica más habitual, y puso de manifiesto la falta de alternativas para enterrarlos a Catalunya siguiendo los ritos funerarios de esta religión.

Delante de eso, el Ajuntament de Lleida habilitó un espacio comunitario en el cementerio municipal para musulmanes, aunque desde esta comunidad consideran que la zona no cumple las "condiciones religiosas" y optan por enterrar a sus familiares en los cementerios de Zaragoza y Valencia. Desde la Paeria señalan que es un tema que hay que abordar ya que cada vez, dicen, habrá más musulmanes que decidirán enterrarse en la ciudad.

Cuando un musulmán muere en Catalunya, el procedimiento más habitual que sigue a la familia es el de repatriar el cadáver en el país de origen. La imposibilidad de hacerlo por la pandemia, sin embargo, ha dejado al descubierto la falta de parcelas que hay en Catalunya para dar sepultura a las personas que practican el islam. Delante de eso, a los musulmanes de Lleida que han perdido seres amados durante la pandemia no los hay quedado más remedio que enterrarlos en los cementerios de Zaragoza o de Valencia, que sí cuentan con parcelas específicas de acuerdo con los ritos funerarios del islam, explica el portavoz de la comunidad musulmana de calle Norte, Ayoub Frimane Bounabaa.

Sin embargo, el Ajuntament de Lleida habilitó en abril del 2020 un espacio "no excesivamente grande" en el cementerio municipal para musulmanes, donde se permite enterrar los cuerpos en el suelo y con la cara orientada a la Meca. Actualmente en este espacio hay enterradas tres personas. Se trata, sin embargo, de una tumba comunitaria ya que la concejala de Recursos Municipales, Hacienda y Salud, Montse Pifarré, dice que el cementerio "tiene muy poco espacio de tierra" para hacer tumbas individuales. Además, el espacio se encuentra en un departamento que en estos momentos está en obras.

La comunidad musulmana considera que el ofrecimiento de la Paeria "no cumple con las condiciones religiosas" porque no es un espacio "exclusivo" para musulmanes. En cambio, Pifarré dice que están estudiando otros espacios ajardinados del cementerio que puedan acoger musulmanes, aunque insiste en que no es posible disponer "de una gran explanada", tal como pide esta comunidad.

A pesar de eso, la concejala de Salut dice que las conversaciones con el colectivo se mantienen para tratar de encontrar puntos de consenso. En este sentido, desde la Paeria afirman que es un tema que hace falta "abordar y buscar una solución", ya que cada vez, dice Pifarré, hay más personas de religión musulmana que están "muy integradas y que tienen hijos aquí" que decidirán enterrarse en la ciudad.