Los opositores de Lleida lamentan el descontrol y la falta de previsión
Los 1.634 aspirantes que se examinaron el sábado en Lleida no podían creer lo que ocurría durante la celebración de las pruebas. “Estábamos citados a las nueve pero nos tuvieron esperando en la calle hasta las diez y media”, lamentó una joven.
Otra compañera afirmó que “cuando iba a acceder a mi aula me dijeron que ya estaba llena, nos quedamos fuera de 15 personas y no empezamos la prueba hasta las 11.15”.
Otros sabían las preguntas del examen “porque conocemos gente de Barcelona y Tarragona que ya habían acabado”, y en otras pruebas sólo tenían modelos en castellano y en otros no había vigilantes. Un descontrol absoluto.
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