Testimonios de la covid en Lleida: “Me desperté creyendo que era el 24 de marzo y era el 22 de junio. Estuve 91 días en coma inducido”
Pon pasó 91 días en coma inducido y Barranco, más de 20

Pep Pon y Sebastià Barranco, esta semana en el jardín que da a la parte antigua del hospital Arnau de Vilanova.
Hoy se cumple un lustro desde el primer diagnóstico de covid en Lleida. Médicos y enfermeras coinciden en que los primeros meses fueron los más duros por la incertidumbre de enfrentarse a un ‘enemigo’ desconocido en el momento, para lo que no habían protocolos establecidos, y afirman que el sistema sanitario ha salido reforzado.
Pep Pon pasó 98 días en la UCI del Arnau, 91 de ellos en coma inducido. Sebastià Barranco, 28, la mayoría también en coma inducido, durante la primera ola de la covid. Pon, entonces jefe de publicidad de SEGRE, explica que llevaba unos días con febrícula, hasta que una noche la fiebre le subió. Consultó con una sobrina que es médica y le recomendó ir al Arnau.
Era el 24 de marzo, y en Urgencias le hicieron varias pruebas. “Vino una doctora y me dijo que ella y su equipo se hacían cargo de mí”, añade, y entonces le ingresaron en la UCI en coma inducido. Cuando le despertaron una de las preguntas que le hizo una doctora fue qué día era. “Dije que sería el 24 o 25, y me contestó que no, que era el 22, pero de junio”, detalla, y explica que no se lo acabó de creer hasta que su mujer se lo confirmó por la noche.
Tras salir de la UCI y del Arnau, estuvo 3 meses recuperándose en el Santa Maria. Sufrió una calcificación de cadera, que superó con una intervención, y apenas sufre secuelas más allá de una pequeña limitación del movimiento de los dedos de una mano. Barranco, que entonces era vicepresidente del colegio de Médicos, sufre secuelas a nivel respiratorio. Entró en la UCI el mismo día que Albert Coll, el único médico fallecido en la provincia por la covid.
Al despertar del coma, en un primer momento no sabía si podría volver a moverse o a hablar, ya que había estado intubado. Ahora, al volver la vista atrás se muestra “contentísmo” de todo el trabajo de los profesionales sanitarios, porque además al principio de la pandemia había muchas incógnitas sobre el tratamiento . “A mí me lo cambiaron tres o cuatro veces, era muy duro”, detalla. “El trabajo que hicieron fue espectacular”, concluye. “Agradezco la labor de todo el personal sanitario del Arnau y Santa Maria”, dice por su parte Pon