TRIBUNALES
Avalan a una niña de 3 años que relató abusos del novio de su madre
La mujer la llevó al CAP por molestias en los genitales y la menor indicó que el hombre, que lo niega, le había introducido los dedos. Petición de 13 años de cárcel

El acusado, ayer en el banquillo de la Audiencia de Lleida. - A. GUERRERO
“Era el día de la Mona y, al regresar a casa, la niña estaba angustiada y nerviosa y se quejaba de la zona genital. Primero le puse pomada pero, al no mejorar, la llevé al CAP. Cuando la doctora le bajaba el pantalón, mi hija dijo que [el nombre de su pareja] le había puesto los dedos dentro. La doctora y yo nos quedamos heladas. Detuvo la exploración y nos derivó al hospital, donde se activaron los protocolos”. Así relató ayer una vecina de Rosselló ante la Audiencia de Lleida cómo descubrió que su hija de apenas tres años podía haber sido víctima de una agresión sexual por parte de la que entonces era su pareja, que negó haber tocado a la niña y que se enfrenta a una condena de 13 años de cárcel. Habría ocurrido el 10 de abril de 2023.
La menor también lo explicó días después a su maestra y ante un psicólogo y una trabajadora social del departamento de la Generalitat, que ven creíble su relato y consideran que tiene “suficientes competencias” para ser un testimonio válido, aunque, debido a su corta edad, “no puede ofrecer un relato estructural y detallado”. Además, remarcaron que el hecho de mantener la versión de forma espontánea refuerza que no había fabulación ni sugestión por parte de la madre. Dos peritos de la defensa cuestionaron esta valoración. Una médico forense explicó que la menor presentaba un eritema (lesión cutánea) dentro de la vagina.
Por su parte, el acusado, de Les Borges Blanques, negó haber agredido a la niña. “No pasó nada. Mi pareja se fue a comprar para hacer la barbacoa y, durante esos 30 minutos, estuve arreglando una estantería donde guardaban los juguetes mientras la niña jugaba con plastilina”, afirmó. También dijo que en algún ocasión la menor le llamó “papi” y que, en una ocasión, el padre biológico llamó molesto a la madre porque “lo había confundido por el nombre”. “Lo estoy pasando muy mal y estoy en tratamiento psicológico”, dijo.
La Fiscalía y la acusación particular le acusan de los delitos de agresión sexual y lesiones, por los que piden 13 años de cárcel, 10 años de libertad vigilada, una orden de alejamiento durante 10 años, 1.080 euros de multa y una indemnización de 5.000 euros para la víctima.