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Autobuses en femenino: Más de seis de cada diez usuarios de la red de buses urbanos de Lleida son mujeres de entre 25 y 50 años
Y el porcentaje se equilibra entre mayores de 65 y menores de 16. La concesionaria cree que este desfase es “un reflejo de lo que pasa en la sociedad”

Mayoría de mujeres el viernes en una parada de autobús de la ciudad. - S.E.
La mayoría de personas que utilizan el servicio de autobús urbano y pagan billete o usan un abono son mujeres. En cambio, entre los que tienen acceso gratuito porque son mayores de 65 años o menores de 16, la proporción entre hombres y mujeres es más equilibrada. Así lo indica el gerente de la concesionaria Autobusos de Lleida-Moventis, Carlos Soldevilla, que remarca que en la franja de edad de entre 25 y 50 años las féminas “ganan por goleada” en general en todas las líneas de la red de buses. “Los hombres no llegan al 40% mientras que las mujeres superan el 60%”, detalla. De hecho, explica que para llevar a cabo las encuesta de calidad que efectúan cada año suelen tener dificultades para “encontrar hombres” para poder obtener un índice de encuestados equitativo.
Soldevilla considera que “no hay una razón de peso” relacionada directamente con el servicio de bus que explique este desequilibrio, por lo que no saben cómo revertirlo. Cree que esta situación simplemente es “un reflejo de lo que pasa en la sociedad”, en la que todavía hay más conductores hombres y, además, estos tienen más tendencia a desplazarse siempre en coche por la ciudad, apunta. Argumenta, por ejemplo, que si trabajan en alguno de los polígonos no tienen problemas para encontrar aparcamiento y eso ayuda a que no dejen de usar el vehículo. También señala que, generalmente, cuando en una familia solo disponen de un vehículo es el hombre quien lo suele utilizar a diario y la mujer va en autobús cuando necesita desplazarse.
Afirma que han constatado ya este desequilibro desde edades tempranas. Así, explica que en la línea de la Caparrella, que emplean los alumnos que van al instituto del mismo nombre, los chicos “desaparecen” tan pronto como se sacan el carnet de conducir. “Hasta los 18 años son fieles al autobús, pero el uso cae en picado cuando obtienen el carnet”, remarca. Añade que, por contra, a los hombres mayores “les da pereza ir en coche, tienen más problemas de movilidad o ya han perdido la vergüenza” de ir en transporte público.
Lo cierto es que simplemente observando cualquier parada de autobús queda patente que las mujeres son mayoría. Una usuaria habitual indica que siempre va en bus porque le da miedo conducir. “Tenemos un coche y mi marido ahora tampoco conduce por cuestiones médicas, así que lo lleva mi hijo, que trabaja en un polígono en Alcoletge. Yo utilizo el autobús para ir a trabajar y creo que debería haber más frecuencias, porque a veces llego tarde. Y ahora, con las obras que hay, aún más”, relata. Otra mujer indica que prefiere usar el bus porque trabaja en el centro y le resulta muy difícil aparcar y otra, que tiene su puesto de trabajo a las afueras de la ciudad, va en transporte público porque no conduce y también reclama mejoras en las frecuencias.
Un 45% de los usuarios tiene abonos gratuitos
Del total de viajeros, alrededor de un 55% pagan billete ordinario o usan abonos con algún tipo de descuento. El resto forman parte de colectivos que pueden usarlo de manera gratuita al diponer de la tarjeta T-Temps (para mayores de 65 años), T-Nostra A (jubilados o prejubilados de más de 62 años, discapaitados o personas vulnerables) o T-Jove (8 viajes gratis los días lectivos a jóvenes de 13 a 16 años).