Denuncian un motín en la cárcel de Lleida y que Justicia desautoriza a técnicos
CSIF dice que el departament anula la regresión de grado propuesta

Vista aèria de la presó de Lleida
El sindicato CSIF informó este martes que el 3 de noviembre hubo un motín en la cárcel Ponent, los siete internos que lo instigaron fueron aislados y la junta de tratamiento acordó una regresión de grado (una reducción en la libertad del interno, que se produce por una evolución negativa en su conducta). Tras ello, denuncian que “la dirección general de Servicios Penitenciarios ha decidido corregir la decisión de los técnicos y los reclusos seguirán clasificados en segundo grado”. El departamento de Justicia declinó ayer valorar el caso.
El CSIF explica que “un grupo numeroso de internos del módulo 5 se amotinó en el patio, desobedeciendo órdenes del personal, profiriendo gritos e insultos e instigando al resto a sumarse a una protesta violenta. Esa acción alteró gravemente la orden del centro y puso en riesgo muy grave la seguridad”. El sindicato dice que “los siete principales instigadores fueron aislados y se les incoaron faltas muy graves por participar o instigar motines o desórdenes colectivos, como establece la normativa vigente”.
Posteriormente, el equipo multidisciplinar del módulo y la junta de tratamiento, “de forma unánime, acordaron proponer la regresión a primer grado”, según el CSIF, que añade que “sorprendentemente, la dirección general de Servicios Penitenciarios ha decidido corregir la decisión de los técnicos, argumentando que participar en un motín no es suficiente para aplicar una regresión a primer grado”. Por todo ello, considera que “esta decisión es incomprensible y profundamente preocupante”. Añaden que “se envía un mensaje nefasto: alterar la seguridad del centro no tiene consecuencias reales. Esta política fomenta la impunidad, debilita a la autoridad de los trabajadores y erosiona la seguridad y el clima de convivencia.