La ONU centra su objetivo en los refugiados

La Organización de Naciones Unidas (ONU) abrió ayer un foro en Nueva York blindada ante el temor de atentados terroristas y con el conflicto de los refugiados como eje. El rey de España pidió responder con generosidad a los grandes desplazamientos de refugiados y migrantes, a los que hay que prestar apoyo “para que puedan llevar una vida digna” y quienes, a su vez, han de respetar “los valores que deben ser observados en los países de acogida”. En su tercera visita anual a Nueva York como Rey, acompañado por la reina Letizia, Felipe VI abrió su participación en las sesiones de trabajo de la ONU con una intervención en la reunión de alto nivel convocada por el secretario general, Ban Ki-moon, para abordar la crisis de los refugiados y la situación de los migrantes, en la que participan casi un centenar de jefes de Estado y de Gobierno.

Por su parte, el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, defendió en su discurso que la Unión Europea tiene “el objetivo claro de restaurar el orden en sus fronteras exteriores”. Coincidiendo con la presentación de la Declaración de Nueva York, un compromiso global para proteger las vidas de los refugiados, sus derechos y compartir la responsabilidad de atenderlos, Tusk dijo que en la UE “no se repetirán” las “olas” de llegadas “de inmigrantes irregulares” del año 2015, cuando más de un millón y medio de personas entraron en territorio europeo. Tusk pidió una “estrategia global” para alcanzar “movimientos ordenados” y una “responsabilidad compartida” porque “nadie asuma la carga solo”.

Japón prometió una aportación extraordinaria de unos 2.500 millones de euros en los próximos tres años para ayudar a combatir la grave crisis humanitaria de los refugiados, según declaró el primer ministro nipón, Shinzo Abe.