TRIBUNALES CORRUPCIÓN
Villarejo reconoce que la “policía patriótica” actuó contra los Pujol
Buscaba obtener información sobre las cuentas que la familia tenía en la Banca Privada de Andorra || Actuó para “perjudicar a un partido político”, CiU
El excomisario José Manuel Villarejo en una foto de archivo.
El excomisario de la Policía Nacional José Manuel Villarejo reconoció el mes pasado delante de un juez que la llamada “policía patriótica” actuó contra la familia del expresident de la Generalitat Jordi Pujol y contra Convergència i Unió (CiU). Estas operaciones fueron llevadas a cabo por la Dirección Operativa Adjunta de la Policía, a cargo del comisario Eugenio Pino y por la unidad de Asuntos Internos de la Policía Nacional bajo la responsabilidad del comisario Marcelino Martín-Blas para “perjudicar a un partido político”, CiU, así como al inspector del Banco de Madrid, según el Ara.
Villarejo declaró el pasado mes de marzo por comisión rogatoria a raíz de una querella por delitos de coacciones interpuesta por la familia Cierco, accionistas de la Banca Privada de Andorra donde la familia de Jordi Pujol tenía sus cuentas. Cierco presentó una querella criminal contra el comisario Marcelino Martín-Blas y contra el exagregado de Interior de la embajada de España en Andorra, el inspector Celestino Barroso acusándolos de coacción y chantaje por la operación que presuntamente montaron en junio de 2014 para obtener los datos de las cuentas bancarias que la familia Pujol poseía en la entidad. Villarejo asumió, según la querella, la autoría de cuatro notas internas reservadas, elaboradas entre el 1 de julio del 2014 y el 20 de enero del 2015, sobre la operación diseñada para conseguir las cuentas.
Martín-Blas se habría reunido varias veces con el consejero delegado de la BPA, Joan Pau Miquel, “para que le facilitara datos de cuentas de la familia Pujol”.
Los encuentros tuvieron lugar en el Hotel Villa Magna del paseo de la Castellana de Madrid y Villarejo asegura que tuvo conocimiento a través de terceras personas. El resultado de estos encuentros fue una captura de pantalla, que llegó a manos de la Policía, donde se mostraba que las cuentas de la familia Pujol ascendían a 3,4 millones de euros y que fueron filtradas a un medio de comunicación. Un mes después Jordi Pujol confesó que tenía en Andorra la herencia de su padre y movió el dinero a España para declararlo y evitar cualquier delito fiscal.
