La crisis por la diputación de Barcelona dispara al máximo la tensión JxCat-Esquerra

La tensión en las relaciones entre JxCat y Esquerra se mantiene disparada después del pacto de los de Carles Puigdemont con el PSC para la diputación de Barcelona. La situación entre ambos partidos ya había vivido polémica por algunos acuerdos municipales, como en Tàrrega o Cervera donde los dos partidos optaron por alianzas alternativas en lugar de trasladar a los ayuntamientos su acuerdo en la Generalitat.

La reunión que mantuvieron ayer representantes de ambos partidos no sirvió, di de lejos, para restañar heridas. En una rueda de prensa después de la reunión de la cúpula de JxCat, la dirigente Elsa Artadi admitió que la unidad soberanista ha “tocado fondo”, porque está “más fracturada que nunca”. Pero llamó a solucionar la polémica entre los socios de Govern emplazando a ERC a asumir una “agenda de reversión” de pactos del PSC en municipios y entes supramunicipales -unos cuarenta en total-, como condición para que haga lo mismo JxCat, también en la Diputación.

JxCat y ERC se echan en cara acuerdos municipales que les han apeado de alcaldías importantes

Una propuesta que descartó la cúpula de ERC, que en cambio lanzó, por boca del vicepresidente del Govern, Pere Aragonès, otra propuesta a JxCat: la posibilidad no sólo de revertir su pacto con el PSC en la Diputación de Barcelona, sino también de que obtenga la presidencia de esta institución provincial con un acuerdo con ERC.

Pero el portavoz adjunto de JxCat en el Parlament, Eduard Pujol, replicó que esa propuesta es solo una “operación de marketing” porque no es posible sin el apoyo de los comunes, reacios a acuerdos con el espacio postconvergente.

El cruce de propuestas terminó, pues, sin acuerdo, como se constató en una reunión bilateral a primera hora de la tarde en la sede de ERC de Barcelona, donde encontraron los dirigentes del PDeCAT David Bonvehí y Ferran Bel, y los responsables de ERC Isaac Peraire, Marc Sanglas y Dionís Guiteras. Fuentes de ERC y JxCat indicaron que el encuentro, que duró cerca de una hora, sirvió esencialmente para trasladar las respectivas posiciones ya dadas a conocer previamente a los medios de comunicación, sin ningún avance.

En medio de la pugna entre ERC y JxCat, el portavoz de Catalunya En Comú, Joan Mena, siguió ayer sin aclarar cuál sería la posición de los comunes en el pleno de la Diputación de Barcelona del próximo jueves, si bien en el Ayuntamiento de la capital catalana se opusieron a negociar con JxCat.Mena se limitó a reiterar que su voluntad era haber llegado a un acuerdo tripartito de izquierdas con PSC y ERC en la Diputación, pero que para algunas formaciones “ha primado la guerra por el poder” y no “poner en marcha medidas progresistas”.

El malestar en la diputación de Barcelona se suma a las tiranteces entre JxCat y ERC por algunos acuerdos municipales. Pere Aragonès recordó ayer que en Cervera “ERC ganó las elecciones, pero JxCat ha pactado con el PSC, y a mí no me gusta esto, pero habrá dinámicas municipales que han llevado a esta situación, y al fin y al cabo hay un alcalde independentista”. Eduard Pujol, por su lado, considera que no tiene sentido hablar de revertir el pacto en la Diputación de Barcelona y no abordar los que se sellaron en Sant Cugat del Vallès, Figueres y Tàrrega, entre otros municipios, donde ERC pactó con el PSC para llevar “a la irrelevancia” a JxCat.

n El primer secretario del PSC, Miquel Iceta, dijo ayer que confía en que JxCat no va a romper el pacto firmado el viernes y remarcó que dinamitar acuerdos en las alcaldías por “injerencias externas” sería poco respetuoso con el “espíritu municipal”.

Por su parte que el secretario de organización del PSC, Salvador Illa, pidió a ERC que no haga una “subasta” sobre la presidencia de la Diputación, que corresponde a los socialistas, si JxCat mantiene el pacto, y recaería en manos de la alcaldesa de L’Hospitalet, Núria Marín. PSC (16) y JxCat (7) no llegan a la mayoría absoluta pero suman más que una eventual alternativa de ERC (16) y comunes (5).