Al menos 82 muertos en el incendio de un hospital de Covid en Bagdad

Al menos 82 personas murieron y 110 resultaron heridas como consecuencia de un incendio declarado el sábado en el Hospital Ibn al Jatib de Bagdad, centrado en la atención a pacientes con Covid-19. El Gobierno iraquí ha declarado tres días de luto nacional. El ministerio del Interior dijo que “hay una investigación en marcha, investigaciones técnicas y penales para determinar las circunstancias del incidente”. Medios de comunicación iraquíes señalan que la causa del incendio puede estar en un fallo del sistema de oxígeno de una unidad de cuidados intensivos del centro hospitalario. Otras fuentes apuntan a un cortocircuito.

Horas más tarde, el Consejo Judicial Supremo de Irak anunció que había emitido una orden de detención contra el director del hospital, Salman al Shamari, y de otros tres responsables del hospital, en el marco de una investigación que ha implicado también la suspensión temporal de sus funciones del ministro de Salud, Hasán al Tamimi. El gobernador de Bagdad, Mohamed Jaber, también será interrogado por las autoridades para esclarecer el suceso.

El portavoz del ministerio del Interior, el mayor general Jaled al Muhanna, detalló que el incendio podría haber ocurrido por negligencia o problema eléctrico tras descartar cualquier motivo intencionado, pero resulta preocupante la velocidad a la que progresaron las llamas, puesto que “se extendió por todo el hospital en 3 minutos”. 

El Consejo de Ministros presidido por Mostafá al Kazei decidió, tras su reunión extraordinaria de ayer, acordó otorgar una cantidad de 10 millones de dinares (unos 5.000 euros) a cada familia de las víctimas y elaborar un proyecto de ley que considere a las víctimas como “mártires”.También ordenó que los heridos críticos fueran enviados al extranjero para recibir tratamiento si fuera necesario. Asimismo, el presidente iraquí, Barham Salí, también pidió una investigación inmediata y el castigo de cualquier responsable de negligencia.

También el Parlamento solicitó una reunión extraordinaria para discutir la tragedia y la representante especial de la ONU para Irak, Jeanine Hennis-Plasschaert, manifestó su “conmoción” por la “enormidad de la tragedia”.