JUSTICIA
La Comisión Europea considera que la ley “parece una autoamnistía”
Bruselas cuestiona la norma por beneficiar a los socios del Gobierno. El Tribunal Constitucional avala la participación de Conde-Pumpido en el debate

El presidente del Tribunal Constitucional (TC), Cándido Conde-Pumpido. - F CARLOS CASTRO / EUROPA PRESS
La Comisión Europea manifestó ayer que la ley de amnistía “parece ser una autoamnistía”, en lugar de responder a un “objetivo de interés general”. El organismo expuso el diagnóstico en sus alegaciones a la cuestión prejudicial planteada por el Tribunal de Cuentas ante el TJUE (Tribunal de Justicia de la Unión Europea) sobre la aplicación de la ley, aunque su evaluación no es vinculante.
Los abogados de la Comisión declararon que si “las autoamnistías en las que el poder político pretende blindarse garantizándose su inmunidad jurídica son contrarias al principio del Estado de Derecho”, se tiene que aplicar “el mismo criterio” cuando “el Gobierno garantiza la impunidad de sus socios a cambio del apoyo parlamentario”.
Otra de las apreciaciones negativas de la Comisión es que la ley “siguiera un procedimiento por vía de urgencia”, evitando “informes de órganos consultivos y sin consulta pública” y provocando “una división profunda” en la clase política, las instituciones, el mundo judicial y la sociedad.
Pese a la consideración de Bruselas, la portavoz del Gobierno, Pilar Alegría, manifestó que la Comisión “valida” la norma aprobada hace algo más de un año en el Congreso de los Diputados. Según el Gobierno, el organismo europeo concluyó que en Catalunya no se hizo uso de fondos europeos ni afectó a los intereses económicos de la Unión Europea, por lo que certifica la aplicación de la ley también a líderes independentistas como Carles Puigdemont u Oriol Junqueras, acusados de malversación. Por su parte, el PP celebró el diagnóstico de la Comisión y se reafirmó en que es una “ley corrupta”.
Mientras, el Pleno del Tribunal Constitucional decidió no atender la petición del Partido Popular que buscaba que el presidente del órgano, Cándido Conde-Pumpido, se abstuviera de las deliberaciones sobre la primera sentencia de la ley de amnistía, que empezaron ayer. Según el Pleno, que rechazó también el aplazamiento del debate, la decisión de apartarse voluntariamente es “personalísima”, por lo que las partes no tienen derecho a plantearla.