Fácil para el Madrid

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El Espanyol encadenó ayer ante el Real Madrid, que contaba con las bajas de Eden Hazard y Gareth Bale por lesión, su sexta derrota consecutiva en Liga y sigue sin reaccionar tras la llegada al banquillo de Pablo Machín. Los blanquiazules, faltos de pólvora en el Bernabeu, siguen en zona de descenso, a cinco puntos de la permanencia.

El partido empezó enrarecido, con un Espanyol con las líneas muy juntas y un Madrid con dificultades para romper el entramado defensivo blanquiazul. Poco a poco, sin embargo, los de Zidane fueron acercándose a la portería visitante. Finalmente, en el minuto 37, Varane abrió la lata en una jugada iniciada por Valverde cerca del área. El balón llegó a Benzemà, que filtró un pase para que su compañero francés definiese a la perfección aprovechando la salida de Diego López. Antes del descanso, el colegiado le perdonó la expulsión a Vinicius, que ya tenía una amarilla.

Benzema pudo incrementar la renta nada más reanudarse el partido, en un mano a mano que le ganó Diego López, y al cuarto de hora desperdició una gran ocasión en un potentísimo remate que se marchó rozando el poste. Sin embargo, el Madrid había ganado en control y, sacando provecho de las imprecisiones pericas en la salida de balón, fue dejando que pasase el tiempo. Los de Machín trataron tímidamente de aproximarse, aunque en ningún momento llegaron a inquietar el área de Thibaut Courtois. Fue entonces cuando Benzema se encargó de despejar cualquier incertidumbre y finiquitó definitivamente el partido al rematar al fondo de la portería un pase atrás de Fede Valverde. Ni la expulsión de Mendy por doble amarilla a pocos minutos del final trastocó el triunfo de los de Zidane, que siguen firmes en su lucha por arrebatarle el liderato al Barça.