Hay que proteger el sector porcino

El sector porcino, del que la provincia de Lleida es la principal productora a nivel del Estado, con 4,17 millones de cerdos el pasado año, se encuentra desde hace semanas en estado de alerta por la propagación de la peste porcina africana en países del Este de Europa y China y por la aparición de los primeros casos en Bélgica. De su importancia para la economía leridana da idea que el pasado ejercicio generó unos beneficios de alrededor de 31 millones de euros. Tanto el ministro de Agricultura, Luis Planas, como la consellera Teresa Jordà han aprovechado su presencia en la Fira de Sant Miquel para asegurar que Gobierno y Generalitat tomarán todas las medidas necesarias para intentar evitar que la epidemia llegue a Catalunya y España. La consellera anunció el jueves que los Mossos harán controles de los camiones de transporte de cerdos, mientras que el ministro manifestó ayer que reforzarán el programa de control de la seguridad en las granjas y del transporte de animales y destacó que, a iniciativa de España, la Unión Europea ha prohibido el envío de jabalíes salvajes –que pueden ser transmisores de la peste– entre sus países miembros. Lleida se juega mucho, porque buena parte de la importancia que el porcino ha adquirido en su economía se basa en la expansión de las exportaciones en los últimos años. Tal y como subrayan los sindicatos agrarios, estas ya representan más del 50% de su producción, por lo que la aparición de casos de peste y el consiguiente cierre de fronteras sería mucho más grave que en los últimos precedentes de 1997 y 2001 y podría tener consecuencias dramáticas. Por eso, sus representantes también reclaman que se prohíban todas las importaciones de cerdos porque esta sería la mejor actuación preventiva. El ministro, que se reunió con ellos ayer en Lleida, solo respondió que lo estudiará, mientras que Jordà, que también participó en este encuentro aseguró que aplicarán controles “severos” en la entrada de lechones y que solo las permitirán en las granjas que tengan acreditado un alto nivel de bioseguridad. En todo caso, hay que instar a la Generalitat y al Gobierno que cumplan a rajatabla sus anuncios en todo lo que depende de sus competencias, que actúen coordinadamente y que también trabajen activamente para que la UE aplique medidas efectivas a nivel europeo en aras de un sector que es vital para Lleida.