Nunca hay dos sin tres

Al final ha habido “sorpasso” de Telecinco y, sobre la bocina, ha conseguido mantener, por vigesimonoveno mes consecutivo, su liderazgo en las audiencias televisivas de este país. Entró en la última semana de enero por debajo de Antena 3, pero en un esprint final ha obtenido la victoria aunque solo haya sido por dos décimas.

El efecto de las telenovelas turcas Madre y Mi hija y los informativos no han podido con el cambio de estrategia de sus rivales: potenciar al máximo el sexo cornúpeta de La isla de las tentaciones y doblar a dos días el Deluxe.

Si el sábado ya venció con doña María Teresa Campos en plató, el domingo con la tercera presencia, y la segunda en una semana, de Kiko Rivera para despellejar a su madre, si es que aún queda algo por despellejar, la remontada se hizo posible, a cambio de una mordida estratosférica.

Así las cosas, no nos extraña que Don Paolo se pasee por los pasillos de su imperio Mediaset canturreando, por lo bajini, aquella popular cancioncilla republicana que reza: “No hay quién pueda, no hay quién pueda, con la gente marinera...”