Original, original, no es

Vayamos por partes. El programa Un país para reírlo, que acaba de estrenar La 2, puede que sea resultón y que se deje ver, pero original, original no es.

Patearse España para buscar el rincón más gracioso de este país y demostrar que cada zona tiene su peculiar sentido del humor (o sea, lo que nos hace gracia aquí, allí no) es algo pretencioso, lo primero, y sabido, lo segundo. En cualquier caso, hay que agradecerle a Goyo Jiménez su entusiasmo en el tema y a la larga lista de invitados que le acompañan, y acompañarán, en las próximas semanas, prestándose a tamaño experimento sociológico.

El primer programa, ¡qué sorpresa!, se centró en Madrid, pero no escogieron como cicerone a Isabel Díaz Ayuso, lo que hubiese sido un detalle, sino a Santiago Segura (que no se pierde una) y a Ana Morgade con las aportaciones de Pepín Tre y El Gran Wyoming yéndose de la Gran Vía a Malasaña para estudiar el castizo humor mesetario. No sé, puestos a viajar, nos gustaba más aquel excelente Un país en la mochila con Labordeta o, incluso, Un país para comérselo con Arias y Echanove.