Un caso en el Arnau
"Nos han citado dentro de tres semanas, asumiendo que antes de esta fecha la infección podría volver a producirse, como ya ha pasado dos veces."
El Hospital Arnau de Vilanova en una foto de archivo.
Mi madre ha sufrido dos sepsis graves con choque séptico por una pielonefritis aguda y ha tenido que ingresar dos veces en el UCI en menos de dos meses por culpa de un catéter renal que el Hospital Arnau de Vilanova mantiene colocado, aunque las pruebas ya han confirmado que la piedra que lo justificaba ya no está.
Durante este tiempo hemos tenido que volver varias veces a urgencias por fiebres altas, vómitos, desorientación y sangre en la orina.
En este último ingreso, después de estabilizar la infección que había pasado en la sangre, en lugar de retirar el catéter para evitar que se repita el mismo episodio, han optado por darle el alta y decirnos que ya lo avisarán más adelante, porque ahora mismo no tienen disponibilidad para retirarlo.
Nos han citado dentro de tres semanas, asumiendo que antes de esta fecha la infección podría volver a producirse, tal como ya ha pasado dos veces.
Denuncio públicamente esta situación porque considero inadmisible que un dispositivo que ya no hace ninguna función y que ha provocado dos situaciones de riesgo vital siga sin ser retirado, poniendo nuevamente en peligro la salud de mi madre. Es inaceptable que la falta de organización o de recursos acabe comprometiendo vidas humanas: la salud de las personas no puede quedar supeditada a la espera, a la falta de disponibilidad ni a la resignación ante episodios ya demostrados como graves. Mi madre necesita una solución inmediata, y como ella tantos otros pacientes. Les vidas no pueden quedar en suspense, y esta situación no tendría que ser tolerable en ningún sistema sanitario.
