Lo bueno de las cosas

Burlarse de sí mismo, de sus tópicos, de sus manías y de su forma de ser, a los franceses nunca les ha cortado. Forma parte de un sentido del humor en su vertiente más amplia y natural. Eso lo vimos en la película Bienvenidos al Norte, de Dany Boon, utilizando todos los dejes de los norteños y su peculiar forma de hablar. Eso no ofendió a nadie, incluso fue un éxito enorme de taquilla. Una vuelta de tuerca al género en el que se sienten tan cómodos los franceses vino dada por el film Intocable, de Olivier Nakache y Eric Toledano, en el que un rico amargado y en silla de ruedas aprende la joie de vivre gracias a un cuidador muy especial proveniente de la Francia marginal, pero cargado de optimismo.

El tema de abordar dentro de una comedia un tema delicado es asumir riesgos pero sin entrar en el humor cargado de sal gruesa, no herir la sensibilidad del espectador, no intentar hacerse el gracioso con cosas que no lo son, y mira por donde, Intocable llegó al corazón, incluso en momentos difíciles, hablando de frente, sin frases lastimosas, ni sentimiento de pena, buscando y encontrando la normalidad sin cargar las tintas para buscar una compasión impostada.

Ahora llega otra comedia que camina por la cuerda floja, que en cualquier momento podría caer en la ofensa, pero Sobre ruedas es tan simple en su planteamiento que no molesta, porque lo que más nos llega es el ridículo del personaje en sí.

En su ópera prima como realizador, el actor Franck Dubosc, que también tiene el papel protagónico en esta cinta, nos remite a un sujeto con buena estrella en la vida, gerente de una marca internacional de zapatillas deportivas, maduro y con buena planta, y con posibles, pero que también es un impresentable ligón, creído y mentiroso compulsivo, capaz de cualquier treta para conseguir su objetivo, que no es otro que el de sumar conquistas.

El enredo, el nudo y centro donde se apoya la película no es otro que el de hacerse pasar por una persona discapacitada para poder agendarse a la vecina del edificio donde vivía su madre, recientemente fallecida, y al hecho de conocer a la hermana de esta, que va en silla de ruedas. Sobre ruedas es una comedia alrededor del engaño, pero también es una especie de toma de conciencia, de una historia de amor en la que Franck Dubosc maneja sentimientos encontrados, de culpa y rechazo, entrando directamente en lo afectado y amilbarado sin complejo alguno para encontrar la normalidad a través de una disparatada metamorfosis personal que conduce a un romance que busca el lado bueno de las cosas.