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PERSONAS Y ORGANIZACIONES

Asistenta personal (N) vs. Asistenta virtual (V)

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Asistenta personal (N) vs. Asistenta virtual (V)SEGRE

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A la hora de escribir este artículo y después de haber recibido durante toda mi vida el excelente soporte de alguna secretaria, hoy he pedido ayuda a la IA y realicé después un análisis comparativo con las respuestas de ambas asistentes. Llamaré V a la asistenta virtual y N a la de toda la vida. Empiezo el diálogo con el Chat Bing de Microsoft, toma V la iniciativa y empezamos a trabajar.

–Pregúntame cualquier cosa. –Dime, V. De cara a escribir mi artículo del domingo sobre el mercado laboral, búscame las fuentes escritas más actuales a las que poder consultar.

Ella no se corta y me contesta de forma inmediata. –Lo siento, no estoy segura de entender tu solicitud. Con V tendré que ir con más precisión que con N.

Esta última hubiera actuado según su experiencia. Una novata se hubiera callado y se hubiera esforzado para encontrar una respuesta. Si N tuviera experiencia hubiera intentado interpretar mi pregunta sin necesidad de consultarme.

Reformulo la pregunta a V. –¿Artículos sobre el mercado laboral actual?Transcurren unos segundos y V está “pensando”. Hace un barrido de los principales medios y me hace cuatro propuestas, invitándome a entrar en ellas.

1ª. Qué es, concepto. Economipedia, que, como sabemos es un diccionario de economía digital con miles de términos relacionados con esa materia.

2ª. Puedes consultar el Diario El País de hace 2 días. 3ª.

Consulta el Diario Cinco Días de ayer. 4ª. Entra en Estudios y tendencias del mercado laboral del 2023 Zety.

Paso unos segundos analizando los artículos que me indica. V no tarda en preguntarme.–¿Hay algo más que te gustaría saber? Y antes de que yo le conteste me sugiere tres nuevas fuentes de información. Diferencias de personalidad entre N y V Lo de menos es ver las propuestas que me ha hecho V, lo que me importa es comparar la forma de interactuar de V conmigo y compararla con la de N.

Para ello voy a atribuir a N el comportamiento de V, llamando a esa nueva e híbrida asistente NV. Diremos que NV es: rápida, concisa y capaz. Pues realiza en pocos segundos un trabajo en el que tanto N como yo tardaríamos varios minutos.

Es impaciente, pues no me da tiempo a valorar su trabajo y ya pregunta qué pienso. Es fría y nada empática, pues en ningún momento se interesa por cómo me fue ayer el partido de pádel o si estaba lloviendo cuando salí de Mollerussa. ¿Contratar a V vs.

N? Ya hemos dicho que V es: rápida, concisa, capaz, impaciente, fría y carente de empatía. En base a estos rasgos de personalidad, no deberíamos contratarla. El trabajo con V va a ser muy preciso pero muy aburrido.

Sé que atribuir rasgos de personalidad a la IA es de lo más absurdo, pues sólo las personas somos poseedoras de rasgos y valores que nos hacen únicas. Mi propuesta –no sé la vuestra– es que deberíamos contratar a V como ayudante de N. ¿Es ética la construcción de humanoides? Ahora que los Parlamentos están intentando poner reglas al uso de la IA, deberían también poner veto a la construcción de robots humanoides, es decir, de aquellos a los que se les da forma humana para hacer la película más creíble.

Y deberíamos reservar para las personas la “marca” que ya tenemos registrada. Las máquinas y la IA sólo deberían tener forma humana cuando su funcionalidad lo requiera y no cuando un fabricante nos pretenda confundir a todos poniendo en valor el fondo a través de la forma.

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