Halloween: las novedades en streaming para pasarlo de miedo
Guste más o menos, Stephen King es uno de los imprescindibles en esta festividad. Temas como el mal cotidiano en pequeñas comunidades, la infancia como territorio vulnerable y la memoria como campo de batalla son algunos de los tópicos recurrentes con los que se ha ganado a pulso el título de “Rey del Terror” en el panorama literario, gracias sobre todo a obras como Carrie (1974), El resplandor (1977), Cementerio de animales (1983), Misery (1987) y Apocalipsis (1978), entre muchas otras. Casi todas han sido adaptadas tanto al cine como a la pequeña pantalla, generalmente con mayor fortuna que desgracia, y por supuesto It (1986) no fue una excepción. Sin embargo, en esta ocasión no nos encontramos ante otra versión de dicha novela, sino de la precuela serializada de los filmes de Andy Muschietti, cuyo propósito es el de expandir los pasajes e interludios del libro original. La historia arranca con la desaparición de un niño de la localidad, hecho que divide la trama en dos arcos principales: la llegada de la familia Hanlon –los abuelos del futuro bibliotecario Mike–, con Leroy Hanlon (Jovan Adepo), militar recién destinado a la zona, Charlotte Hanlon (Taylour Paige), maestra y activista, y su hijo Will (Blake Cameron James); por otro lado, un grupo de adolescentes –Teddy Uris (Mikkal Karim-Fidler), Phil Malkin (Jack Molloy Legault), Lilly Bainbridge (Clara Stack) y Ronnie Grogan (Amanda Christine)– deciden investigar por su cuenta los extraños sucesos que van aconteciéndose y su conexión con el oscuro pasado del pueblo. Entre las figuras adultas destaca también Dick Hallorann (Chris Chalk) –sí, el mismo personaje que conecta con el universo de El resplandor–, quien percibe la presencia de algo antiguo y depredador en la zona. Todo converge en el despertar de Pennywise (Bill Skarsgård), cuya influencia se filtra antes de su aparición abierta, manipulando miedos, rencores y prejuicios para preparar un nuevo ciclo de terror. A través de una cuidada ambientación –a pesar del irregular uso de los efectos especiales, que en ocasiones llegan a arruinar la escena– y con la impactante presencia de Skarsgård en el papel antagonista, tenemos ante nosotros un guion que da el disparo de salida con un trepidante prólogo para terminar decantándose por la nostalgia –no sólo en cuanto a referencias a It, sino a los múltiples guiños al resto de obras de King– en detrimento de los sustos, menos de los esperados.
 
         
         
        