Los semidioses también crecen
El propio Rick Riordan, creador de la saga literaria original —concretamente, la compuesta por El ladrón del rayo, El mar de los monstruos, La maldición del titán, La batalla del laberinto y El último héroe del Olimpo—, llegó a afirmar que la versión televisiva “es mejor” que lo que él escribió. Debates aparte, es un hecho que la adaptación conducida por Jonathan E. Steinberg y Dan Shotz (Black Sails, Jericho) ha sabido reflejar el marcado tono juvenil de las novelas junto a su humor mitológico mediante estructura episódica. La trama sigue a Percy Jackson (Walker Scobell), un estudiante problemático que durante una excursión escolar al Museo Metropolitano descubre que su profesora de matemáticas, la señora Dodds (Megan Mullally), es en realidad una de las Furias enviadas para matarlo. El ataque obliga a Grover Underwood (Aryan Simhadri), su mejor amigo y supuesto compañero de clase, a revelar su verdadera identidad: un sátiro encargado de proteger a nuestro protagonista, quien en realidad es un semidiós. Así arrancó esta odisea, culminando en el Inframundo con la confrontación final entre nuestro héroe y Luke Castellan (Charlie Bushnell), carismático hijo de Hermes y traidor al servicio del titán Cronos. En esta ocasión, Percy trata de llevar una vida relativamente normal en un instituto de Nueva York junto a su enigmático compañero de clase Tyson (Daniel Diemer), un chico sin hogar al que ha acogido su madre, Sally Jackson (Virginia Kull). Sin embargo, sus sueños con Grover, quien por fin ha obtenido el ansiado distintivo de buscador para localizar al dios Pan, se tornan pesadillas al intuir que su amigo está atrapado en una isla del peligroso Mar de los Monstruos. La segunda entrega no solo crece en la ampliación de escenarios —el Mar de los Monstruos, el crucero Princess Andromeda, la isla de Polifemo— sino también en cuanto a su madurez tonal y emocional se refiere —gracias a la incorporación de Albert Kim y Jason Ensler como productor ejecutivo y director, respectivamente—, entrando de lleno en el conflicto con un guion más oscuro y profundizando en temas como el trauma, la responsabilidad y la identidad adolescente. Se consolida la química del trío protagonista conformado por Scobell, Leah Sava Jeffries —quien interpreta a Annabeth Chase, hija de Atenea— y Simhadri, regalándonos en definitiva una auténtica joya para disfrutar estas fechas navideñas en familia.