Una madre de Cervera crea una asociación para potenciar la investigación del cáncer infantil

Esther Pallarés es una vecina de Cervera que ha vivido el vía crucis del cáncer infantil de cerca, ya que a su hija Sara le diagnosticaron la enfermedad con 16 años y estuvieron en tratamiento y batallando dos años y medio sin salir del hospital Sant Joan de Déu de Barcelona. Pallarés dice sentirse “en deuda con el centro y las familias que han luchado contra el cáncer y que hacen donaciones a favor de la investigación, ya que gracias a su solidaridad hemos podido tratar a mi hija”. Esta madre explica a SEGRE que “por cada 200 adultos que sufren cáncer hay un niño y buena parte de la investigación del cáncer infantil se financia con las donaciones”. Ahora quiere aportar su granito de arena y, para ello, ha creado la Asociación Lucha Para Los Valientes, que en los seis primeros meses de este 2019 ha conseguido recaudar un total de 14.659 euros, que ha entregado a la Asociación Pulseras Candela para la investigación del cáncer infantil en el hospital Sant Joan de Déu de Barcelona. Su objetivo es recaudar más dinero para la investigación con el fin de que “cada vez haya menos mortalidad”. Según Pallarés, “en los dos años y medio que Sara ha estado ingresada he visto morir a una veintena de niños”.

Para impulsar esta labor, hace un llamamiento a ayuntamientos, entidades, colegios y particulares que quieran colaborar o que quieran organizar alguna actividad solidaria. “Es necesario sensibilizar más a los jóvenes sobre la enfermedad para que no se burlen de un compañero que la sufre”, asegura. Entre las próximas actividades programadas de la Asociación Lucha Para Los Valientes, está prevista una parada solidaria en la fiesta del Aquelarre de Cervera y organizar una cena a finales de año.

Los interesados en colaborar pueden contactar con Esther Pallarés por correo electrónico luchaporlosvalientes@gmail.com o a través de las redes sociales.

Una asociación de voluntarias A Sara, hija de Esther Pallarés, le diagnosticaron un sarcoma de Ewing en los huesos de la cadera en octubre de 2016 y estuvo ingresada hasta el pasado mes de enero. Ahora tiene 19 años y cada tres meses se desplaza a Barcelona para hacer las pruebas rutinarias de seguimiento, además de sesiones de fisioterapia por paliar los efectos de la quimioterapia. La entidad cuenta con cuatro voluntarias, entre ellas Eva Laguna, madre de Ivan Calvo Laguna, un joven de Cervera que murió de cáncer y que creó una asociación que lleva su nombre.