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Selene: «Quiero mantener la esencia que tenía el bar Europa»

Vista general de tres bares de la calle Balmes de Lleida, una de las zonas de más ambiente de la ciudad, regentados por ciudadanos chinos.

Vista general de tres bares de la calle Balmes de Lleida, una de las zonas de más ambiente de la ciudad, regentados por ciudadanos chinos.S.C.D.

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El bar Europa, uno de los locales más icónicos de la plaza Europa de Lleida y sus alrededores, tiene desde mayo una nueva dirección, ya que sus antiguos propietarios se han jubilado y ha sido una joven de ascendencia china la que ha cogido las riendas del establecimiento. Se trata de Selene, que junto con su marido ha adquirido el local “con el objetivo de mantener su esencia y las características que lo han hecho uno de los bares más importantes de la zona”. Para ello, Selene ha mantenido al cocinero que estaba con sus anteriores propietarios, ha contratado a otra, Mercè (en la foto, con Selene) y ha apostado “por mantener los platos que se hacían antes pero con mejores productos, cosa que a veces el cliente no percibe, pero mi idea era no cambiar nada de lo que funcionaba hasta ahora”. Afirma que el número de hosteleros chinos en Lleida no ha parado de crecer en los últimos años y lo achaca al hecho de que “en general nos gusta llevar nuestro propio negocio y tenerlo en propiedad, motivo por el cual hay tantos bares que sus dueños se jubilan y lo cogen ciudadanos chinos”. No obstante, reconoce que la hostelería “es un trabajo al que has de dedicar muchas horas, y a mí me gusta, pero entiendo que haya gente que no le vea atractivo”. De hecho, Selene asegura que “desde que he comprado el bar estoy buscando personal, pero cuesta mucho encontrar trabajadores ahora mismo y los que se ofrecen no tienen ningún tipo de experiencia, y por lo que veo esto pasa en Lleida y en todo el Estado”. Selene también lamentó el encarecimiento de los precios, “incluso de las botellas de agua”, recalca, pero asegura que por el momento no se plantea hacer grandes subidas de precios “para no perder clientela ni ritmo de trabajo”. Por último, la joven hostelera reconoce que “a veces he tenido que aguantar comentarios por el hecho de ser china y llevar un bar, prejuicios en definitiva, pero debo intentar que eso no me afecte ni dañe”.

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