La fruta rica en potasio que es más eficaz que reducir la sal para bajar la presión arterial, según un nuevo estudio
Una dieta rica en potasio mejora la salud cardiovascular y podría ser clave en la lucha contra la hipertensión, según una investigación publicada en el American Journal of Physiology-Renal Physiology

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Un reciente estudio científico ha revelado que consumir alimentos ricos en potasio, como los plátanos, podría ser más efectivo para reducir la presión arterial que simplemente disminuir la ingesta de sal. Esta investigación, publicada en el American Journal of Physiology-Renal Physiology, sugiere que controlar los niveles de potasio dietético podría ser clave para combatir la hipertensión, una condición que afecta aproximadamente a un tercio de la población adulta mundial.
La hipertensión arterial es un problema de salud global con graves complicaciones asociadas como enfermedades cardíacas, accidentes cerebrovasculares, enfermedad renal crónica y demencia. Tradicionalmente, los médicos han recomendado reducir el consumo de sal para controlar los niveles de sodio en el organismo de pacientes con presión arterial elevada. Sin embargo, este nuevo estudio plantea un enfoque complementario que podría resultar más eficiente.
"Normalmente, cuando tenemos la presión arterial alta, se nos aconseja comer menos sal", señala Anita Layton, una de las autoras del estudio de la Universidad de Waterloo. "Nuestra investigación sugiere que añadir más alimentos ricos en potasio a tu dieta, como plátanos o brócoli, podría tener un impacto positivo mayor en tu presión arterial que simplemente reducir el sodio".
La importancia del equilibrio entre potasio y sodio
El sodio y el potasio son electrolitos que ayudan al cuerpo a enviar señales eléctricas para contraer los músculos. También desempeñan un papel fundamental en otras funciones esenciales como la retención de agua. La investigación indica que aumentar la proporción de potasio respecto al sodio en la dieta podría ser más efectivo para disminuir la presión arterial que únicamente reducir la ingesta de sodio.
Si bien investigaciones anteriores ya habían demostrado que incrementar el potasio dietético ayudaba a controlar la presión arterial, el equilibrio exacto entre potasio y sodio necesario para obtener un efecto óptimo seguía siendo poco claro. "Aunque la relación entre el consumo excesivo de sodio dietético y la presión arterial elevada es ampliamente aceptada por el público, los efectos beneficiosos de una mayor ingesta de potasio dietético han recibido históricamente menos atención", afirman los investigadores.
Este nuevo estudio utiliza un modelo matemático específico según el sexo para evaluar cómo la proporción de potasio y sodio afecta al organismo, simulando diferentes niveles de iones de sodio y potasio en todo el cuerpo y sus efectos sobre la presión arterial.
Diferencias entre hombres y mujeres
La investigación muestra que los hombres desarrollan hipertensión con mayor facilidad que las mujeres premenopáusicas. Sin embargo, también son más propensos a responder positivamente a un aumento en la proporción de potasio respecto al sodio. Este nuevo método de modelado podría ayudar a realizar experimentos para identificar rápida y éticamente cómo diversos factores afectan al organismo.
"Los primeros humanos comían muchas frutas y verduras y, como resultado, es posible que nuestros sistemas reguladores hayan evolucionado para funcionar mejor con una dieta alta en potasio y baja en sodio", explica Melissa Stadt, otra autora del estudio. "Hoy en día, las dietas occidentales tienden a ser mucho más altas en sodio y más bajas en potasio. Eso podría explicar por qué la presión arterial alta se encuentra principalmente en sociedades industrializadas, no en sociedades aisladas", añade Stadt, candidata a doctorado en la Universidad de Waterloo.
El plátano como alimento estratégico contra la hipertensión
El plátano se posiciona como uno de los alimentos más accesibles y eficaces para incrementar el aporte de potasio en la dieta diaria. Con aproximadamente 358 mg de potasio por cada 100 gramos, esta fruta ofrece una manera sencilla y deliciosa de mejorar la proporción potasio-sodio en nuestra alimentación.
Además de su alto contenido en potasio, los plátanos son ricos en antioxidantes similares a los que encontramos en los arándanos, lo que proporciona beneficios adicionales para la salud cardiovascular. Su versatilidad culinaria permite incorporarlos fácilmente en desayunos, meriendas o como ingrediente en diversas preparaciones.
¿Por qué las dietas modernas tienen desequilibrios de sodio y potasio?
La evolución de los hábitos alimentarios en las sociedades industrializadas ha llevado a un cambio significativo en la proporción de sodio y potasio que consumimos. Los alimentos procesados, que constituyen una parte importante de la dieta occidental contemporánea, suelen ser altos en sodio y bajos en potasio, invirtiendo la proporción natural a la que nuestro organismo está adaptado evolutivamente.
Históricamente, la dieta humana consistía principalmente en frutas, verduras, legumbres y carnes no procesadas, alimentos naturalmente ricos en potasio y con bajo contenido de sodio. Esta diferencia podría explicar parcialmente por qué las poblaciones que mantienen dietas tradicionales suelen presentar tasas más bajas de hipertensión.
¿Qué otros alimentos son ricos en potasio?
Aunque el plátano destaca como una fuente excelente de potasio, existen numerosos alimentos que pueden ayudar a incrementar los niveles de este mineral en nuestra dieta. El aguacate, las espinacas, las patatas, las legumbres como las lentejas y las judías, el salmón y otros pescados, así como el brócoli mencionado en el estudio, son opciones igualmente valiosas.
Incorporar estos alimentos en la dieta diaria podría constituir una estrategia eficaz para mejorar la salud cardiovascular, especialmente para quienes tienen predisposición a la hipertensión o ya la padecen.
¿Cómo implementar estos hallazgos en nuestra alimentación diaria?
Los expertos sugieren que, más allá de reducir el consumo de sal, debemos centrarnos en aumentar la proporción de alimentos ricos en potasio en nuestra dieta. Esto no significa abandonar por completo el control del sodio, sino complementarlo con una estrategia más integral que considere el equilibrio entre ambos minerales.
Algunas recomendaciones prácticas incluyen consumir al menos dos piezas de fruta al día, preferentemente ricas en potasio como plátanos o naranjas, aumentar la ingesta de verduras frescas, optar por alimentos integrales y no procesados, y reducir el consumo de alimentos envasados que suelen contener elevadas cantidades de sodio añadido.
Este enfoque dual —reducir sodio mientras se aumenta el potasio— podría representar un cambio significativo en la manera de abordar la prevención y el tratamiento de la hipertensión arterial, ofreciendo una alternativa más natural y potencialmente más efectiva para millones de personas afectadas por esta condición en todo el mundo.