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¿Ha muerto el Papa, y ahora qué?

Fumata blanca en la Capilla Sixtina: así se escogerá el sucesor en un proceso lleno de simbolismo. Los cardenales se aislarán del mundo exterior para escoger al nuevo líder de la Iglesia Católica en una votación que requiere mayoría de dos tercios

Fumata blanca en la Capilla Sixtina: así se escogerá el sucesor en un proceso lleno de simbolismo

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Joan Teixidó
Lleida

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La muerte de un Papa marca el inicio de uno de los procesos más antiguos y solemnes de la historia de las instituciones occidentales. Desde el mismo momento en que se confirma la defunción del Santo Padre, se pone en marcha una precisa maquinaria protocolaria que ha evolucionado durante siglos pero que mantiene intacta su esencia. El Vaticano entra entonces en un periodo conocido como "sede vacante", donde la Iglesia se queda temporalmente sin su líder supremo.

El Camarlengo, actualmente el cardenal Kevin Farrell, asume inmediatamente funciones clave en este proceso de transición. Su primera tarea oficial es verificar la muerte del Papa siguiendo un ritual antiguo: grita el Pontífice por su nombre de bautismo tres veces y, al no obtener respuesta, declara oficialmente la defunción. A continuación, el Camarlengo rompe el Anillo del Pescador del Papa, sello personal que ha utilizado para autentificar documentos oficiales, simbolizando así el final definitivo de su pontificado.

Inmediatamente después de la defunción, se inicia el periodo conocido como "novemdiale", nueve días de ceremonias fúnebres y misas. Este novenari no sólo sirve como periodo de duelo para la Iglesia universal, sino que también proporciona tiempo para que todos los cardenales electores, dispersos por todo el mundo, puedan llegar a Roma.

Durante estos días, el cuerpo del Papa difunto es preparado y expuesto en la Basílica de San Pedro, donde miles de fieles pueden presentar sus respetos. Tradicionalmente, los Papas son enterrados en una ceremonia solemne, con asistencia de jefes de Estado y representantes de diferentes confesiones religiosas, un acontecimiento que combina la espiritualidad católica con la relevancia política y diplomática propia del Vaticano como estado.

VTC19 CIUDAD DEL VATICANO (EL VATICANO), 19.04.05.- Un grupo de religiosos celebra en la plaza de San Pedro del Vaticano la elección del nuevo Papa, tras la fumata blanca que salió de la chimenea de la Capilla Sixtina

VTC19 CIUDAD DEL VATICANO (EL VATICANO), 19.04.05.- Un grupo de religiosos celebra en la plaza de San Pedro del Vaticano la elección del nuevo Papa, tras la fumata blanca que salió de la chimenea de la Capilla SixtinaGIULIA MUIR

El Cónclave: una tradición medieval que perdura en el siglo XXI

El Cónclave, palabra que deriva del latín "cum clave"), hace referencia al hecho de que los cardenales quedan literalmente cerrados con llave hasta que elijan a un nuevo Papa. Esta práctica, que se remonta al siglo XIII, surgió después de que en una ocasión los cardenales tardaran más de dos años en elegir a un nuevo pontífice, obligando a las autoridades locales a cerrarlos para acelerar la decisión.

Actualmente, el proceso mantiene esta esencia de aislamiento, todo y que con algunas modernizaciones. Los cardenales electores (todos aquellos menores de 80 años, aproximadamente unos 120) se alojan en la Casa Santa Marta, una residencia dentro del Vaticano, pero las votaciones se realizan en la Capilla Sixtina, bajo los famosos frescos de Miquel Àngel.

Antes de iniciar el Cónclave, la Capilla se somete a una minuciosa revisión técnica por asegurar que no haya dispositivos de escucha o grabación. Se instala un sistema de bloqueo de señales para evitar cualquier comunicación con el exterior, y los cardenales juran mantener absoluto secreto sobre las deliberaciones, bajo pena de excomunión.

Miles de fieles esperan en la plaza de San Pedro del Vaticano conocer el número del nuevo Papa, tras la fumata blanca que salió de la chimenea de la Capilla Sixtina hoy martas 19 de abril. E

Miles de fieles esperan en la plaza de San Pedro del Vaticano conocer el número del nuevo Papa, tras la fumata blanca que salió de la chimenea de la Capilla Sixtina hoy martas 19 de abril. EETTORE FERRARI

Les votaciones: un ritual milenario adaptado a los tiempos modernos

El proceso de elección se realiza mediante votaciones sucesivas. Cada cardenal elector escribe el nombre de su candidato en una papeleta rectangular, dobla la papeleta dos veces, y la deposita solemnemente en la urna, pronunciando un juramento que afirma que está votando según conciencia.

Se pueden realizar hasta cuatro votaciones diarias: dos por la mañana y dos por la tarde. Para ser elegido, un candidato necesita obtener una mayoría cualificada de dos tercios de los votos. Si después de treinta y tres escrutinios no se ha conseguido esta mayoría, se puede pasar a una votación entre los dos candidatos más votados en la última ronda.

El sistema de comunicación con el exterior es probablemente uno de los aspectos más conocidos del proceso: después de cada sesión de votación, las papeletas se queman en una estufa instalada en la Capilla. Se añaden productos químicos especiales para producir humo negro si no se ha elegido Papa, o fastidia blanco si finalmente se ha llegado a un consenso. La famosa "fumata blanca" es la primera señal que el mundo recibe indicando que hay un nuevo Pontífice.

"Habemus Papam": el momento culminante

Cuando finalmente un cardenal alcanza la mayoría necesaria, el Decano del Colegio Cardenalicio le pregunta si acepta su elección como Sumo Pontífice. En caso afirmativo, se le pregunta qué nombre papal desea adoptar, una tradición que se remonta al siglo VI cuando Juan II decidió cambiar su nombre de bautismo, Mercurio, para considerarlo inadecuado para un Papa para ser el nombre de una divinidad pagana.

El nuevo Papa se viste entonces con los hábitos papales en la llamada "Sala de las Lágrimas", una pequeña habitación adyacente a la Capilla Sixtina. Mientras, los cardenales preparan su primera adoración y muestra de fidelidad al nuevo Pontífice.

Finalmente, el cardenal protodiácono sale al balcón central de la Basílica de San Pedro y pronuncia la famosa frase en latín: "Habemus Papam" (Tenemos a Papa), seguido por el nombre del cardenal elegido y el nombre pontificio que ha escogido. Momentos después, el nuevo Papa hace su primera aparición pública e imparte su primera bendición "Urbi Et Orbi" (en la ciudad y en el mundo).

Curiosidades del proceso de elección papal

A pesar de mantener una estructura básica secular, el proceso de elección papal ha experimentado varias adaptaciones. Juan Pablo II introdujo una modificación importante: si después de 33 votaciones no se consigue la mayoría requerida, se puede pasar a la elección por mayoría absoluta. Benedicto XVI restauró posteriormente la necesidad de una mayoría de dos tercios en cualquier circunstancia.

Tradicionalmente, cualquier católico barón puede ser elegido Papa, aunque desde 1389 siempre ha sido escogido un cardenal. Teóricamente, el proceso de elección es uno de los más antiguos ejemplos de democracia en funcionamiento continuo, todo y que con un electorado extremadamente selecto.

La sede vacante más larga de la historia moderna fue la que siguió a la muerte de Pío VI en 1799, que duró casi seis meses, mientras que la más corta estuvo después de la muerte de Pío XII en 1958, con sólo 17 días hasta la elección de Juan XXIII.

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