Dan Buettner, experto en longevidad: "Si mantienes estos alimentos fuera de tu casa, nos vemos a los 100 años"
El investigador Dan Buettner, experto en zonas azules, destaca las palomitas de maíz cómo un tentempié ideal y recomienda que alimentos no consumir si aspiras a vivir 100 años

Palomitas.
Las palomitas de maíz se posicionan como uno de los tentempiés más recomendables para quienes aspiran a una vida longeva, según revela el prestigioso investigador Dan Buettner, conocido mundialmente por sus exhaustivos estudios sobre las zonas azules del planeta. Estas regiones, caracterizadas por albergar poblaciones con una esperanza de vida notablemente superior a la media mundial, comparten ciertos hábitos alimenticios entre los que destaca el consumo de snacks saludables como las palomitas elaboradas de forma natural.
Buettner, quien ha dedicado gran parte de su carrera al estudio de comunidades donde es habitual encontrar centenarios con vitalidad envidiable, señala que uno de los errores más frecuentes que dificultan tanto la pérdida de peso como el mantenimiento de una buena salud es precisamente la elección de los alimentos que se consumen entre horas. "Te digo cuál es el mejor snack que puedes comer para vivir hasta los 100 años y te lo puedes permitir: las palomitas de maíz", afirma el experto, destacando que están "repletas de fibra, carbohidratos complejos y más polifenoles que muchas verduras".
El investigador matiza, no obstante, que los beneficios para la salud corresponden exclusivamente a las palomitas preparadas con aire caliente, sin mantequilla ni azúcares añadidos, y no a las versiones industriales que podemos encontrar en supermercados o cines, generalmente cargadas de sal, grasas saturadas y aditivos.
Zonas azules: los secretos de la longevidad mundial
Las investigaciones de Buettner se centran en cinco regiones del mundo conocidas como "zonas azules": Okinawa (Japón), Cerdeña (Italia), Ikaria (Grecia), Nicoya (Costa Rica) y Loma Linda (California). En estas áreas, la proporción de personas que superan los 90 años manteniendo una buena calidad de vida es significativamente mayor que en el resto del mundo.
Lo verdaderamente interesante del estudio de estas poblaciones es que, más allá de factores genéticos, existen patrones de comportamiento y alimentación que se repiten en todas ellas pese a encontrarse en continentes distintos y tener tradiciones culturales muy diferenciadas. La actividad física moderada pero constante, las redes sociales sólidas, el propósito vital y, por supuesto, una alimentación basada principalmente en productos vegetales son denominadores comunes.
Las palomitas de maíz, un alimento de origen americano pero presente en muchas culturas, encaja perfectamente en este patrón alimentario al ser un cereal integral mínimamente procesado cuando se prepara correctamente.
Beneficios nutricionales de las palomitas naturales
El valor nutricional de las palomitas cuando se preparan sin aditivos resulta sorprendente para muchos. Un estudio publicado en el Journal of Agricultural and Food Chemistry reveló que las palomitas contienen niveles significativos de polifenoles, compuestos antioxidantes que ayudan a combatir los radicales libres y reducen la inflamación en el organismo.
Por cada 100 gramos, las palomitas aportan aproximadamente 15 gramos de fibra, elemento fundamental para la salud digestiva y el control del colesterol. Además, su índice glucémico es moderado cuando se consumen sin azúcares añadidos, lo que contribuye a mantener estables los niveles de azúcar en sangre.
Su contenido en carbohidratos complejos las convierte en una fuente de energía sostenida, mientras que su bajo contenido calórico (alrededor de 30 calorías por taza si se preparan con aire) las hace ideales para quienes controlan su peso.
Los alimentos que Buettner recomienda evitar
Tan importante como conocer qué alimentos favorecen la longevidad es identificar aquellos que pueden acortar nuestra esperanza de vida. Dan Buettner es tajante al respecto: "No me importa si te das un capricho de vez en cuando, pero estas 4 cosas no deberían entrar nunca por tu puerta: carnes procesadas, bebidas azucaradas, aperitivos salados y dulces envasados. Mantenlos fuera de tu casa y nos vemos a los 100 años".
Las carnes procesadas, clasificadas por la Organización Mundial de la Salud como carcinógenos del Grupo 1, han sido relacionadas con mayor riesgo de cáncer colorrectal y otras enfermedades. Las bebidas azucaradas, por su parte, se asocian a obesidad, diabetes tipo 2 y enfermedades cardiovasculares, mientras que los aperitivos salados industriales suelen contener altos niveles de sodio y grasas trans, ambos factores de riesgo para la hipertensión.
Los dulces envasados, el cuarto elemento en la lista negra del experto, combinan azúcares refinados, grasas poco saludables y aditivos que contribuyen al desarrollo de múltiples patologías crónicas.
¿Cómo preparar palomitas saludables?
Para obtener todos los beneficios que menciona Buettner, es fundamental preparar las palomitas de la forma adecuada. El método más recomendable es utilizar una máquina de aire caliente, que no requiere añadir aceite. Alternativamente, se pueden preparar en una olla con una mínima cantidad de aceite de oliva virgen extra.
La clave está en evitar los preparados comerciales para microondas, que suelen contener grasas hidrogenadas y un exceso de sal, así como las versiones dulces cubiertas de caramelo o chocolate. Para dar sabor, se pueden utilizar especias como la canela, el pimentón o hierbas aromáticas secas.
¿Qué dicen otros expertos sobre las palomitas?
La postura de Buettner no es aislada en el mundo científico. Nutricionistas como la Dra. María Luz Fernández de la Universidad de Valencia coinciden en que las palomitas naturales son una excelente alternativa a los snacks procesados, destacando además su capacidad saciante gracias a su volumen y contenido en fibra.
El consenso general entre especialistas apunta a que incorporar pequeñas cantidades de palomitas (sin exceder los 30-40 gramos de maíz sin explotar) puede ser parte de una dieta equilibrada orientada a la prevención de enfermedades crónicas.
No obstante, los expertos recuerdan que ningún alimento aislado garantiza la longevidad, sino que es el patrón alimentario general, combinado con otros factores del estilo de vida, lo que realmente influye en nuestra esperanza de vida y, lo que es más importante, en la calidad de esos años.