La OCU advierte de los trucos de los supermercados para hacernos gastar más
Los expertos en consumo revelan las estrategias que utilizan las cadenas de alimentación para incrementar nuestras compras, desde el diseño del recorrido hasta las falsas promociones

Imagen de archivo de un supermercado.
La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha lanzado una advertencia sobre las tácticas que emplean los supermercados para aumentar el gasto de los consumidores en sus establecimientos. En un momento en que las familias españolas buscan afanosamente métodos para economizar en la cesta de la compra, los expertos señalan que algunas de las estrategias que creemos efectivas para ahorrar podrían estar jugando en nuestra contra, provocando exactamente el efecto contrario al deseado.
Según detalla la OCU, los supermercados han refinado sus técnicas comerciales no precisamente para beneficiar al cliente, sino para incrementar sus propias ventas. Estas estrategias se han intensificado en los últimos tiempos, creando una falsa sensación de economía que distorsiona la percepción real del valor de los productos y aprovecha la vulnerabilidad de un público preocupado por optimizar cada euro en tiempos de inflación.
Lejos de ser aliados en la batalla contra la subida de precios, estas tácticas comerciales pueden hacer que caigamos fácilmente en trampas que acaban engordando considerablemente el importe final de nuestra compra, advierten desde la organización.
Estrategias diseñadas para aumentar nuestro consumo
Una de las técnicas más habituales, según revela la OCU, es el meticuloso diseño del recorrido que realizamos durante nuestra visita al establecimiento. Los productos "gancho", aquellos que destacan por sus precios aparentemente atractivos, no se colocan al azar: generalmente se sitúan en puntos estratégicamente alejados del acceso principal. El objetivo no es otro que obligar al cliente a atravesar numerosos pasillos repletos de otros artículos, multiplicando así las probabilidades de que realicemos compras por impulso.
Además, los artículos de primera necesidad como el pan, la leche o los huevos suelen estar distribuidos en extremos opuestos del local, forzando un trayecto que nos expone a múltiples tentaciones comerciales. Esta disposición no es casual: está minuciosamente calculada para que acabemos metiendo en nuestro carrito productos que ni siquiera habíamos contemplado adquirir inicialmente.
Las promociones engañosas que nos hacen comprar más
Otra estrategia ampliamente extendida desde hace años es la conocida como promoción '2x1' o aquellas que anuncian "llévate 3 y paga 2". A primera vista, podría parecer que se trata de ofertas ventajosas para el consumidor, pero la OCU pone de manifiesto en su estudio que, en determinados casos, los precios experimentan un incremento justo antes de aplicar la promoción.
El resultado es que, en realidad, el descuento puede ser inexistente o significativamente menor de lo que aparenta. La consecuencia más habitual es que terminamos adquiriendo una mayor cantidad de producto que realmente no necesitábamos en nuestra cesta, pero gastando igual o incluso más dinero del previsto.
El peligro de las compras por impulso
Aunque muchos consumidores piensan que recorrer todo el supermercado puede brindarles más oportunidades de encontrar ofertas, la realidad es que esta práctica incrementa notablemente el riesgo de realizar compras impulsivas. La música ambiental, la colocación estratégica de productos a la altura de los ojos, los colores llamativos de los envases e incluso los aromas específicos en determinadas secciones están cuidadosamente diseñados para activar nuestras emociones y deseos de compra.
Todo el entorno comercial está orientado a que los clientes se sientan cómodos y, como consecuencia, acaben gastando más. Los supermercados invierten considerables recursos en estudios de comportamiento del consumidor para maximizar este efecto.
La lista de la compra: el método más eficaz para ahorrar
Por eso, según subraya la OCU, lo más eficaz continúa siendo una solución tan sencilla como tradicional: elaborar una lista de la compra detallada. Planificar los menús semanales, revisar previamente lo que ya tenemos disponible en casa y anotar únicamente aquello que realmente necesitamos sigue siendo la herramienta más efectiva para mantener el control sobre nuestro gasto.
Esta práctica, aparentemente simple, nos ayuda a evitar las tentaciones y a centrar nuestra atención exclusivamente en aquellos artículos que habíamos previsto adquirir, reduciendo significativamente las posibilidades de caer en las trampas comerciales.