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GALARDONES

Un pueblo de Lleida es galardonado en un certamen estatal por tener el segundo mejor cementerio de toda España

El recinto modernista, construido a finales del siglo XIX, ha sido reconocido en la IX edición del Concurso de Cementerios de España

El cementerio de Montornès de Segarra se encuentra en una colina que preside el núcleo de población. - C. MARSIÑACH

El cementerio de Montornès de Segarra se encuentra en una colina que preside el núcleo de población. - C. MARSIÑACH

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El cementerio de Montornès de Segarra ha sido distinguido como el segundo mejor de España en la IX edición del Concurso de Cementerios organizado por la empresa funeraria Enalta. El alcalde del municipio, Dionís Oña, fue el encargado de recoger este importante galardón que reconoce el valor patrimonial, histórico y arquitectónico de este recinto funerario leridano. El primer lugar en esta prestigiosa competición lo obtuvo la Necrópolis del Cementerio Las Ruedas Pintia de Valladolid, dejando el recinto segarrenc en una destacada segunda posición.

Un jurado formado por expertos del sector funerario y especialistas en arte, historia y medio ambiente ha sido el encargado de evaluar los cementerios participantes en cinco categorías diferentes. Esta iniciativa tiene como objetivo principal concienciar a la sociedad sobre la riqueza patrimonial de estos espacios, normalizar la percepción de la muerte como parte natural del ciclo vital y potenciar el atractivo turístico, destacando su papel como lugares de memoria colectiva fundamentales para las comunidades locales.

Un tesoro arquitectónico con más de 125 años de historia

El cementerio de Montornès de Segarra, catalogado en el Inventario del Patrimonio Arquitectónico de Cataluña, constituye una joya modernista con elementos eclécticos construida entre los años 1895 y 1896. Situado estratégicamente encima de una colina en las afueras del núcleo urbano, este recinto destaca por su singular planta cuadrada con una torre a cada ángulo y una quinta sobre la puerta de acceso, configurando un perfil inconfundible en el paisaje segarrenc.

Su arquitectura refleja el eclecticismo característico de finales del siglo XIX, combinando varios estilos arquitectónicos. Por una parte, el portalón de entrada presenta un arco apuntado de inspiración gótica, mientras que las torres exhiben cubiertas a doble vertiente que recuerdan las pagodas orientales, construidas con baldosa y teja. Este diálogo estilístico convierte el cementerio en un ejemplo excepcional de la arquitectura funeraria catalana de la época.

En el interior, un camino central divide simétricamente el espacio conduciendo hasta la capilla, el elemento más emblemático del conjunto. La fachada de este templo funerario combina elementos neoclásicos con detalles neogóticos, especialmente visibles en el tímpano. Su interior, de estilo predominantemente neogótico, presenta arcos apuntados, bóveda de crucería y llaves decoradas con motivos vegetales. En los bajos de la capilla se encuentra el panteón de la familia Balcells, promotora de esta singular construcción.

El legado de Josep Balcells

La historia de este singular cementerio está estrechamente vinculada a la figura de Josep Balcells, un hijo ilustre de Montornès de Segarra que hizo fortuna en La Habana y que, al volver a Cataluña, fue diputado por Tarragona. Movido por el deseo de mejorar su pueblo natal, Balcells financió varias infraestructuras, entre las cuales destacan las escuelas locales y este cementerio.

El año 1896 se iniciaron las obras del nuevo recinto funerario, sufragadas por Joan Balcells i Cortada, siguiendo los planos elaborados por el arquitecto Torné de Cervera. Como muestra de su compromiso con los vecinos, la familia Balcells regaló a cada familia del pueblo una hilera de nichos, un gesto excepcional que refleja el espíritu filantrópico de este mecenas segarrenc.

Este vínculo entre la historia familiar de los Balcells y el cementerio añade un valor inmaterial al conjunto, consolidándolo como un espacio de memoria que trasciende su función original para convertirse en un símbolo de identidad local y en un testimonio de la transformación social y económica de la Cataluña de finales del siglo XIX.

Materiales innovadores al servicio del arte funerario

Uno de los aspectos más destacables del cementerio de Montornès de Segarra es el uso innovador de materiales que, en el momento de su construcción, representaban la modernidad arquitectónica. La aplicación del hierro en elementos estructurales como las columnas interiores, la utilización de la forja artística en la puerta de acceso al recinto, o la incorporación del vidrio en la puerta de entrada en la capilla, ejemplarizan la voluntad de incorporar las nuevas posibilidades técnicas y estéticas de la época.

Esta combinación de tradición y modernidad convierte el cementerio en un ejemplar único dentro del patrimonio funerario catalán, donde las técnicas constructivas tradicionales conviven armónicamente con materiales y soluciones arquitectónicas vanguardistas para su tiempo, configurando un conjunto de gran coherencia estética y notable valor artístico.

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