Neveras portátiles en verano: los errores que pueden provocar intoxicaciones alimentarias
Expertos explican cómo mantener los alimentos seguros en la playa, el campo o la piscina y qué productos evitar

Interior de una nevera con un helado.
Con la llegada del verano, las neveras portátiles se convierten en aliadas imprescindibles para nuestros días de playa, pícnics y barbacoas al aire libre. Las clásicas neveras blancas y azules son habituales para conservar alimentos y bebidas como tortillas de patata, ensaladilla rusa, bocadillos, frutas, cervezas y refrescos. Sin embargo, una manipulación incorrecta de estos dispositivos puede convertirlos en focos de intoxicaciones y enfermedades alimentarias.
Según explica Amparo Gamero, profesora colaboradora de los Estudios de Ciencias de la Salud de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), es fundamental que las neveras portátiles mantengan los alimentos a una temperatura igual o inferior a 4°C. Un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) revela que anualmente una de cada diez personas en el mundo enferma por intoxicaciones alimentarias causadas por bacterias, gérmenes y parásitos, siendo estas más frecuentes durante los meses de altas temperaturas.
"Lo ideal es llevar los alimentos o bebidas previamente congelados, como las botellas de agua. Esto ayuda a mantener una temperatura baja durante más tiempo, ya que la descongelación progresiva actúa como refrigerante natural", explica Gamero sobre las buenas prácticas para conservar los alimentos. La nevera debe mantenerlos por debajo de los 4°C mencionados en todo momento y, si la temperatura ambiente supera los 30°C, estos no deben pasar más de una hora lejos del frío. Además, es recomendable utilizar acumuladores de gel y mantener la nevera cerrada y a la sombra.
Factores que favorecen la proliferación de gérmenes en verano
La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) advierte que la proliferación de gérmenes se produce por la combinación de tres factores: las temperaturas elevadas, la humedad y el tiempo. La mayoría de bacterias se reproducen de manera óptima a 37°C. Para dificultar esta proliferación, además de mantener los alimentos por debajo de la barrera de los 4°C, si están cocinados, deben haber alcanzado los 65°C durante al menos dos minutos.
Diversos informes científicos señalan que la proliferación de agentes tóxicos se produce entre los 4°C y los 60°C. La humedad facilita la reproducción de los gérmenes en los restos orgánicos, y algunos bacterias pueden dividirse muy rápidamente, alcanzando en poco tiempo números suficientes para provocar daños en el consumidor.
Cómo mantener la temperatura adecuada en las neveras portátiles
Para mantener la temperatura idónea durante más tiempo, es importante colocar la nevera bajo la sombrilla, en zonas de sombra, o sumergida en la orilla del mar o del río. "De esta manera, se minimiza la exposición al sol y se reduce el aumento de temperatura interna", recomienda la experta en tecnología de los alimentos de la UOC. "Siempre estará expuesta al sol, pero con estas medidas se minimiza al máximo la exposición para que la temperatura no suba tan rápido", añade.
Es fundamental evitar dejar los alimentos en la nevera más tiempo del necesario, especialmente si son perecederos, ya que el riesgo de proliferación de bacterias aumenta con la duración de la exposición al calor. En cuanto a los tipos de neveras, las que disponen de motor son las más eficientes y sofisticadas para mantener las temperaturas bajas, aunque su peso y tamaño pueden dificultar el transporte. Las neveras tradicionales con bloques de hielo o cubitos resultan más económicas y prácticas, si bien requieren reponer el hielo para garantizar una refrigeración continua.
Alimentos recomendados y desaconsejados para llevar en neveras portátiles
La profesora Gamero aconseja priorizar los alimentos no perecederos, como la fruta seca, los enlatados, así como los hervidos, como las tortillas (bien cuajadas) y las legumbres, ya que tienen menos carga microbiana que los crudos. Por el contrario, deben evitarse los alimentos crudos, como la carne o el pescado, por su alto riesgo de contaminación, así como productos lácteos o salsas, sensibles a los cambios de temperatura.
Según la OCU, no es recomendable llevar a las neveras portátiles de playa: mayonesa casera o salsas con huevo crudo, tortillas poco cuajadas, ensaladilla rusa, mariscos y pescados crudos o hervidos, postres con crema o nata (como natillas o pasteles), arroz, pasta o patatas cocidas que se han mantenido tibias, o quesos frescos y lácteos no pasteurizados.
Por su parte, la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) recomienda una lista de alimentos que sí pueden llevarse con relativa seguridad en las neveras, entre ellos: fruta entera sin cortar (manzanas, plátanos, uvas), frutos secos y pan, embutidos curados (jamón serrano, salchichón, chorizo), quesos curados, conservas (atún, sardinas, mejillones en escabeche), ensaladas con aceite y vinagre (sin huevo ni salsas), agua y bebidas cerradas y refrigeradas previamente.
Riesgos de una mala conservación de los alimentos
Si no se siguen estos consejos, o si se mantiene la comida en la nevera demasiado tiempo mientras sube la temperatura, aumentan los riesgos de intoxicación alimentaria, porque se favorece la proliferación de microorganismos e incluso de toxinas y gérmenes en los productos, explica Gamero.
La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) advierte que los alimentos que no deben llevarse en las neveras pueden desarrollar con altas temperaturas: Salmonella, Vibrio, Listeria, Staphylococcus aureus, Bacillus cereus, Clostridium perfringens y Listeria monocytogenes.
Limpieza adecuada de las neveras portátiles
Un aspecto crucial es el mantenimiento de la limpieza de las neveras para evitar la contaminación de los alimentos. En la playa o en la montaña, estos dispositivos suelen ensuciarse con arena y tierra, por lo que es necesaria una "limpieza exhaustiva y adecuada, así como la desinfección con productos específicos con el fin de tenerla lista para el próximo uso", recomienda la profesora Gamero.
La OCU aconseja extremar la limpieza de los contenedores portátiles durante el verano con productos naturales y ecológicos, como el bicarbonato sódico, el vinagre blanco de limpieza o el lavavajillas líquido ecológico. Esta higiene resulta fundamental para prevenir la contaminación cruzada entre diferentes usos.
¿Qué hacer en caso de sospecha de intoxicación alimentaria?
Si tras consumir alimentos transportados en una nevera portátil se experimentan síntomas como vómitos, diarrea, fiebre o dolor abdominal, es importante acudir a un centro médico lo antes posible. Las intoxicaciones alimentarias pueden variar en gravedad, desde molestias leves hasta complicaciones que requieren hospitalización, especialmente en grupos vulnerables como niños pequeños, mujeres embarazadas, ancianos o personas con sistemas inmunológicos comprometidos.
Los expertos sanitarios recomiendan mantener una hidratación adecuada mientras se busca atención médica, ya que la deshidratación es una de las principales complicaciones de las gastroenteritis causadas por intoxicaciones alimentarias. Además, es fundamental identificar el alimento que pudo causar la intoxicación para evitar que otras personas lo consuman.
Neveras portátiles: tipología y características principales
En el mercado actual existen diversos tipos de neveras portátiles, cada una con características específicas que pueden adaptarse a diferentes necesidades. Las neveras térmicas tradicionales, que funcionan con acumuladores de frío o hielo, son las más económicas y ligeras, ideales para desplazamientos cortos de unas pocas horas. Las neveras termoeléctricas, que se conectan al encendedor del coche o a la red eléctrica, ofrecen una refrigeración constante sin necesidad de hielo, aunque su autonomía depende de la fuente de alimentación.
Para excursiones más largas o campamentos, existen neveras de compresor, similares a un frigorífico convencional pero portátiles, que proporcionan un enfriamiento potente y constante incluso en condiciones de calor extremo. Su inconveniente principal es que son más pesadas y costosas. Al elegir una nevera portátil, los expertos recomiendan considerar factores como la capacidad, el peso, la autonomía y el tipo de aislamiento, siempre en función del uso que se le vaya a dar.