Sobre la crema Nivea, la de la lata azul: esta es la conclusión de los expertos de la OCU
La histórica crema hidratante de Beiersdorf, un producto de culto con más de un siglo de historia, obtiene buena calificación en pruebas de hidratación y satisfacción de usuarios

Crema corporal.
La emblemática Nivea de lata azul, un producto centenario que ha trascendido generaciones, ha sido sometida a un exhaustivo análisis de laboratorio por parte de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) para evaluar científicamente su eficacia como hidratante. Los resultados del estudio revelan que esta crema, utilizada por millones de personas para múltiples propósitos, obtiene una calificación de 4 estrellas tanto en su capacidad hidratante como en la valoración general realizada por usuarias, confirmando así su reputación como producto versátil y efectivo.

Un bote de Nivea.
Muchos dermatólogos siguen recomendando la tradicional crema Nivea para el cuidado de diversas zonas corporales, desde el rostro hasta las áreas más secas del cuerpo. Su versatilidad ha traspasado los límites de su uso convencional, siendo empleada como remedio para prevenir estrías, como mascarilla facial, tratamiento antiarrugas, cuidado de la piel del bebé, protección de tatuajes, alivio tras exposición solar e incluso para evitar rozaduras de calzado. A pesar de esta multiplicidad de aplicaciones populares, su indicación oficial sigue siendo simplemente "crema hidratante para la piel".
Metodología y pruebas de laboratorio
Para determinar científicamente la eficacia hidratante de la crema Nivea, se siguió una metodología rigurosa en un laboratorio especializado. El procedimiento consistió en aplicar el producto en el antebrazo de 20 voluntarios durante dos semanas, con aplicaciones dos veces al día. Mediante un corneómetro, instrumento que mide el nivel de hidratación cutánea, se evaluó el estado de la piel antes y después del tratamiento.
El protocolo incluyó también zonas de control: áreas sin tratar y otras tratadas con una emulsión no comercial de referencia, que permite establecer comparativas fiables. Tras completar el periodo de prueba, los resultados otorgaron a la Nivea de lata azul una calificación de 4 estrellas en capacidad hidratante, considerada como buena según los estándares establecidos.
Evaluación sensorial y percepciones de las usuarias
Paralelamente al análisis de laboratorio, un panel compuesto por 30 voluntarias evaluó el producto a ciegas, valorando aspectos como el aroma, la textura, la facilidad de aplicación y las sensaciones que produce sobre la piel. Esta prueba subjetiva complementa los datos objetivos del laboratorio, aportando la dimensión de la experiencia de uso.
El emblemático aroma de la Nivea azul recibió valoraciones muy positivas, tanto en el envase como una vez aplicada sobre la piel. Varias participantes reconocieron el característico olor incluso sin ver el producto, evocando en algunas recuerdos de infancia, lo que demuestra el fuerte componente emocional asociado a esta crema.
Respecto a la textura, la mayoría de las usuarias coincidieron en describirla como espesa y densa, señalando cierta dificultad inicial para extenderla. No hubo consenso sobre la sensación grasa: mientras algunas participantes consideraron que deja residuo y sería más adecuada para pieles secas, otras no percibieron excesiva untuosidad. Sin embargo, el panel fue unánime al valorar positivamente la sensación final de hidratación y suavidad que proporciona el producto.
Composición e ingredientes: análisis detallado
La fórmula de la crema Nivea de lata azul se basa principalmente en ingredientes con propiedades hidratantes y emolientes. Entre ellos destacan la parafina líquida y cera microcristalina (aceites minerales) y lanolina (de origen animal). Completan la formulación la glicerina, con efecto humectante, y el pantenol, un agente protector cutáneo.
Es relevante señalar que el producto no contiene conservantes, ya que su propia formulación impide naturalmente el crecimiento de microorganismos. Por otra parte, incluye siete ingredientes de fragancias potencialmente alergénicas que, según la normativa cosmética vigente, deben ser declarados. Este aspecto resulta importante para personas con sensibilidad a estos componentes.
Algunas aplicaciones especializadas en análisis de cosméticos penalizan a este producto por el uso de derivados del petróleo, aunque estos ingredientes están considerados seguros para aplicación tópica. Las principales preocupaciones sobre estos componentes son de carácter medioambiental, tanto por su proceso de producción como por su limitada biodegradabilidad.
Sostenibilidad del envase: la emblemática lata azul
El característico envase de aluminio azul constituye uno de los elementos más reconocibles de la marca. Desde la perspectiva ecológica, presenta diversos aspectos positivos: se compone en un 80% de aluminio reciclado, es un material ligero que reduce el impacto del transporte y resulta completamente reciclable.
El formato en tarro facilita el aprovechamiento máximo del producto, evitando desperdicios. Estos factores convierten a la lata de Nivea en una alternativa más sostenible frente a los envases plásticos convencionales, a pesar del impacto ambiental inicial que supone la producción de aluminio.
Historia y evolución de Nivea como producto icónico
La crema Nivea nació en 1911 cuando el químico Isaac Lifschütz, el farmacéutico Oscar Troplowitz y el dermatólogo Paul Gerson Unna desarrollaron Eucerit, el primer emulsionante agua-en-aceite estable. Este avance permitió crear una crema blanca estable que no se alteraba, revolucionando la industria cosmética de la época.
El nombre "Nivea" proviene del latín "niveus" que significa "blanco como la nieve", haciendo referencia al color del producto. La característica lata azul se introdujo en 1925 y se ha mantenido prácticamente inalterada desde entonces, convirtiéndose en un icono del diseño industrial del siglo XX.
A lo largo de más de 100 años, la fórmula ha experimentado pocos cambios, manteniendo su esencia original. Esta continuidad ha contribuido a consolidar la fidelidad de generaciones de consumidores que asocian el producto con tradición y confianza.
¿Cómo utilizar correctamente la Nivea de lata azul?
Para obtener el máximo beneficio de este producto, los expertos recomiendan aplicarlo sobre la piel limpia y ligeramente húmeda, lo que facilita su absorción. Dado su carácter intensamente hidratante, resulta especialmente indicada para zonas secas como codos, rodillas y talones.
En el rostro, su aplicación es adecuada principalmente para pieles secas o muy secas. Para pieles mixtas o grasas, podría resultar excesivamente oclusiva. La cantidad necesaria es mínima: una pequeña porción se extiende eficazmente sobre áreas amplias, lo que contribuye a la durabilidad del producto.
Por su composición rica en aceites, se desaconseja su uso bajo exposición solar directa, siendo más apropiada como tratamiento reparador tras la exposición al sol, frío o viento.
Alternativas y comparativa en el mercado actual
El mercado actual ofrece numerosas alternativas a la clásica Nivea azul, incluyendo fórmulas más ligeras, libres de derivados del petróleo o con ingredientes de origen natural. La propia marca Nivea ha desarrollado variantes como Nivea Soft, con textura más ligera, o versiones enriquecidas con diferentes activos específicos.
Sin embargo, la relación calidad-precio del producto original sigue siendo uno de sus principales atractivos. Con un precio medio de 3 a 4 euros por envase de 250 ml, se sitúa como una opción económicamente accesible frente a otras cremas hidratantes intensivas que pueden alcanzar costes significativamente superiores.
Al comparar su eficacia hidratante con productos de gama alta, los estudios indican que la diferencia en resultados no siempre justifica la disparidad de precios, lo que explica en parte la fidelidad de muchos consumidores a este producto centenario.