Un estudio revela cambios de hasta 7°C en menos de un siglo en el clima del Pirineo
Una investigación del Instituto Pirenaico de Ecología ha reconstruido con precisión las variaciones climáticas en el noreste peninsular durante los últimos 16.500 años

Vista del Cañón de Añisclo en los Pirineos-Monte Perdido de Aragón, en una imagen de archivo. EFE/Javier Cebollada
Un estudio internacional liderado por el Instituto Pirenaico de Ecología (IPE) del CSIC ha logrado reconstruir con una precisión sin precedentes la evolución climática del noreste de la península ibérica durante los últimos 16.500 años. La investigación, publicada recientemente en la prestigiosa revista Climate of the Past, ha revelado variaciones térmicas dramáticas de hasta 7 grados en períodos inferiores a un siglo, gracias al análisis minucioso de estalagmitas procedentes de cuevas navarras.
Los científicos han empleado una innovadora técnica que examina inclusiones de agua atrapadas en las estalagmitas de las cuevas de Ostolo y Mendukilo, en Navarra. Estos elementos naturales han funcionado como auténticos termómetros históricos, permitiendo no solo identificar tendencias generales en la evolución del clima, sino también cuantificar con exactitud las oscilaciones de temperatura a lo largo del tiempo, con una resolución cronológica que supera a cualquier estudio previo en la región.
El registro paleoclimático obtenido muestra cómo eventos climáticos de escala global tuvieron un impacto directo en el clima peninsular. Fenómenos como el colapso de las grandes capas de hielo o las alteraciones en las corrientes oceánicas del Atlántico Norte dejaron una huella térmica significativa en nuestra región, demostrando la interconexión de los sistemas climáticos a nivel planetario.
Episodios climáticos abruptos identificados en el estudio
Entre los hallazgos más relevantes, los investigadores han identificado episodios de cambios climáticos extraordinariamente rápidos. Hace aproximadamente 14.600 años, se produjo un aumento térmico de 6,7 ± 2,8°C que coincidió con el inicio de un período cálido generalizado en todo el hemisferio norte. Este calentamiento abrupto transformó radicalmente los ecosistemas de la región en un lapso temporal sorprendentemente breve.
Otro episodio crucial documentado en el estudio es el conocido como Younger Dryas, ocurrido hace unos 12.800 años. Durante este evento, las temperaturas descendieron más de 6°C, marcando el final del proceso de desglaciación que siguió a la última era glacial. Este enfriamiento súbito alteró profundamente los patrones climáticos y ecológicos de la península ibérica, dejando evidencias que ahora podemos cuantificar con precisión.
El equipo científico también ha constatado un episodio frío que tuvo lugar hace aproximadamente 8.200 años, vinculado directamente a una descarga masiva de agua dulce en el Atlántico Norte. Este fenómeno provocó un enfriamiento regional de hasta 3°C, cuyos efectos quedaron registrados en las estalagmitas estudiadas.
Implicaciones para la comprensión del cambio climático actual
Ana Moreno, investigadora del IPE y coautora del trabajo, destaca la importancia de estos hallazgos para la ciencia climática contemporánea: "Conocer cómo respondió el clima en el pasado nos ayuda a entender mejor lo que puede ocurrir en el futuro ante perturbaciones similares", explica la científica.
La investigación subraya que para que las predicciones futuras de los modelos climáticos sean verdaderamente robustas, necesitan incorporar datos paleoclimáticos precisos. Estos registros del pasado permiten comprender cómo ha reaccionado el sistema climático ante fenómenos como la parada de la circulación termohalina o anteriores aumentos de CO2, situaciones que guardan similitudes con algunos de los escenarios que contemplamos para el futuro cercano.
"Es fundamental conocer qué salto de temperatura, enfriamiento o calentamiento, supusieron los cambios climáticos rápidos del pasado para poder ajustar esos modelos y que sirvan mejor en las predicciones futuras", afirma Moreno, subrayando la relevancia práctica de esta investigación paleoclimática.
Respuesta sincronizada del sur de Europa a los cambios globales
Uno de los aspectos más significativos revelados por el estudio es que el sur de Europa respondió de manera rápida y sincronizada a los cambios climáticos globales, incluso cuando estos se produjeron en escalas temporales muy breves, de apenas unas décadas. Esta constatación tiene profundas implicaciones para nuestra comprensión de la vulnerabilidad de la región mediterránea ante futuras alteraciones climáticas.
Los resultados obtenidos abren nuevas posibilidades para mejorar los modelos climáticos actuales, incorporando datos paleoclimáticos de alta resolución que permitan afinar las predicciones. Esto resulta especialmente relevante en el contexto actual de 2025, cuando la comunidad científica trabaja intensamente para desarrollar modelos predictivos cada vez más precisos ante el cambio climático en curso.
Moreno ha anunciado que el equipo investigador ya está ampliando estos análisis a otras muestras de estalagmitas, gracias a la colaboración con Juan Luis Bernal-Wormull, doctor de la Universidad de Basilea en Suiza. Sin embargo, ha reconocido que esta innovadora técnica analítica aún no se está aplicando en las investigaciones realizadas en Aragón, lo que sugiere un potencial campo de expansión para estos estudios en el futuro próximo.
Estalagmitas: los archivos naturales del clima pasado
Las estalagmitas son formaciones geológicas que se desarrollan en cuevas a lo largo de miles de años mediante la deposición lenta y constante de minerales carbonatados. Durante su formación, pequeñas cantidades de agua quedan atrapadas en su estructura, preservando información química sobre las condiciones ambientales del momento en que se formaron.
Estos "archivos naturales" permiten a los científicos analizar isótopos y otros marcadores químicos que funcionan como indicadores (proxies) de las condiciones climáticas pasadas. La ventaja de las estalagmitas frente a otros registros paleoclimáticos es su capacidad para proporcionar dataciones extremadamente precisas mediante técnicas como la datación por uranio-torio, permitiendo reconstrucciones temporales con márgenes de error mínimos.
El avance metodológico presentado en este estudio representa una nueva y potente herramienta para analizar la sensibilidad del clima ante diversos factores como las alteraciones en la circulación oceánica, las variaciones en las emisiones de gases de efecto invernadero o los procesos de deshielo polar. Los resultados contribuirán significativamente a mejorar la fiabilidad de las proyecciones climáticas para las próximas décadas y siglos.
¿Cómo afectan estos hallazgos a las predicciones climáticas actuales?
Los modelos climáticos contemporáneos se enfrentan al desafío de predecir escenarios futuros basándose en nuestra comprensión de los mecanismos climáticos y su respuesta a diversas variables. El estudio del IPE proporciona datos cruciales sobre la magnitud y velocidad de los cambios térmicos que pueden producirse en nuestra región ante perturbaciones específicas del sistema climático global.
Conocer que la península ibérica experimentó aumentos de temperatura de casi 7°C en menos de un siglo en respuesta a cambios en la circulación oceánica atlántica nos alerta sobre la sensibilidad de nuestro entorno ante alteraciones similares. Esta información resulta especialmente valiosa para calibrar los modelos predictivos actuales y comprender mejor los umbrales críticos que podrían desencadenar cambios abruptos en nuestro clima regional.
La investigación continúa avanzando y los científicos del IPE ya trabajan en nuevos análisis que permitirán refinar aún más nuestra comprensión de la historia climática peninsular, contribuyendo a prepararnos mejor para los desafíos climáticos que enfrentamos en este 2025 y en las décadas venideras.