PROYECTOS
Arrels Sant Ignasi inicia una campaña para recaudar fondos para renovar los pisos de apoyo|soporte a Lleida
Quiere mejorar los inmuebles para personas en riesgo de exclusión social, que cuentan con 22 plazas

La directora de Arrels Sant Ignasi, Rosa Majoral, y el educador Carlos Castán, en uno de los pisos.
Arrels Sant Ignasi ha empezado la campaña Fes d'aquest pis una llar para recaudar fondos para mejorar y renovar algunos de los nueve pisos de apoyo a personas en riesgo de exclusión social en Lleida, que ofertan 22 plazas.
Se espera conseguir unos 12.000 euros con la iniciativa, y con el dinero se quiere hacer los inmuebles más acogedores y que los residentes "encuentren el calor de un hogar", y así puedan vivir con dignidad y empezar un proceso de recuperación integral.
La directora de Arrels, Rosa Majoral, también ha afirmado que "los pisos se van utilizando y se van desgastando y para nosotros es importante hacer un cierto mantenimiento, hacer cambios de mobiliario y reformar ciertas cocinas".
Esta campaña mujer continuidad a la iniciativa Moblem una llar, moblem una vida que Arrels Sant Ignasi impulsó en el 2022 y que recaudó más de 7.000 euros para renovar una cocina, y pintar y amueblar dos pisos en mal estado. La iniciativa de este año ha dado el pistoletazo de salida en noviembre y espera recaudar 12.000 euros para poder hacer todas las reformas que tienen pendientes. Las aportaciones se pueden hacer a través de la web de la entidad, con transferencia bancaria o BIZUM con el código 33638.
Los pisos de apoyo están pensados como un trampolín para personas en situación de vulnerabilidad y que, en muchos casos, han vivido en la calle.
Las personas que residen allí tienen acceso a un amplio abanico de talleres y actividades que fomentan la autonomía, la participación y la cohesión comunitaria. Además, reciben apoyo psicológico continuado y un acompañamiento en la formación y la búsqueda de trabajo, con la mirada puesta en la autonomía final de cada persona, según detalla el educador social Carlos Castán.
Dificultades de acceso al mercado de la vivienda
Inicialmente, los usuarios solían vivir en los pisos de apoyo entre uno y dos años, pero la crisis de la vivienda ha hecho que estén más tiempo. El precio de una habitación en un piso compartido en Lleida ya ronda los 400 euros y el mercado está muy enfocado en los estudiantes. "Es difícil si cobras poco más de 1.000 euros y eres una persona de mediana edad, de más de 40 años", añade Majoral. En más, la entidad denuncia que algunos propietarios e inmobiliarias discriminan inquilinos por su origen extranjero.
Por otra parte, Arrels Sant Ignasi constata un empeoramiento de la situación del sinhogarismo en Lleida. El año 2024 la entidad atendió a 230 personas que dormían en las calles de la ciudad. Majoral explica que este año ya han atendido 145, "teniendo en cuenta que durante una parte del año no hemos podido acoger a todo el mundo por falta de recursos y por la saturación de nuestros servicios". Esta situación ha impedido hacer el seguimiento pertinente a 225 personas, según la entidad.