CEREAL PREVISIONES
Lleida, con un 20% menos de cereal hasta las 419.000 tn
Debido a cambios drásticos en las temperaturas desde marzo || En el conjunto de Catalunya la caída se estima en hasta el 25%
Imagen de una cosechadora trabajando en una finca en Alfés.
Asaja cifró ayer en un 25 por ciento la caída de la cosecha de cereal en Catalunya, debido a los cambios drásticos de temperatura a partir del pasado mes de marzo, además de las lluvias continuas, con la consiguiente aparición de hongos y malas hierbas. Las previsiones para el llano de Lleida sitúan la pérdida en el 20 por ciento de la cosecha debido al granizo hasta las 418.450 toneladas en 157.550 hectáreas. Todo ello mientras en la comarca de la Segarra sí ha habido una buena cosecha de trigo.
A mediados del mes de mayo, Unió de Pagesos (UP) preveía una cosecha de 176.400 toneladas de trigo, lo que significaba un 30% por encima de la del año pasado. Sin embargo, un mes más tarde rebajó las espectativas ante la llegada de lluvias tardías que dificultaron y retrasaron las tareas de la cosecha. JARC, por su parte, señaló que las precipitaciones del mes de junio provocaron que la cosecha se retrasara entre 10 y 15 días.
Lluvias, piedra y humedad han provocado una menor cosecha de cereal en Catalunya
La presidenta de Asaja, Rosa Pruna, aseguró ayer que este año pasará “a la historia”, ya que la cosecha del cereal se preveía récord en Catalunya y ha bajado un 25%, dejando una producción irregular, tanto en kilos como en la calidad el grano, con especial afectación a la cebada.
Los resultados han sido especialmente irregulares en las comarcas de la Anoia y el Bage, mientras que en el Vallès Oriental y Vallès Occidental las pérdidas más importantes se han registrado en la cebada. Con todo, Asaja calcula que las lluvias de junio hicieron perder entre un 25% y un 30% de la cosecha.
Este año se sembraron en Catalunya 91.265 hectáreas de trigo y unas 172.920 de cebada, las mismas que en 2019, y el descenso más grande de la cosecha ha sido la que se ha registrado en la provincia de Girona, con pérdidas superiores al 50 por ciento y muchos campos sin recolectar.
