Agricultores de Lleida protestan ante la Generalitat para reclamar ayudas

Una cincuentena de agricultores y alcaldes de las comarcas de Lleida se han concentrado este martes ante|delante de el Palau de la Generalitat para protestar por el retraso y la inconcreción en el reparto de ayudas por el sector de la fruta dulce. Según ha alertado el presidente del sindicato Asaja, Pere Roqué, se ha perdido el 70% de la cosecha de este año, valorada en 450 millones de euros. Tal como avisan desde el sector, la mala cosecha y "la ambigüedad" mostrada por el Govern pone en peligro la viabilidad de muchas plantaciones y unos 30.000 lugares|sitios de trabajo. "Si como mínimo tuviéramos una cifra podríamos decir si estamos de acuerdo o no", ha lamentado después de reunirse con la secretaría general de Presidencia, Núria Cuenca.

"Muchos productores que han dicho que esta campaña será la última, que cuando acabe arrancarán y fuera. No pueden subsistir ni empezar otra", ha apuntado por su parte el presidente de la Plataforma en Defensa de la Fruita Dolça, Jaume Molló. Asimismo, ha avisado de los problemas de soberanía alimentaria y despoblación rural que esto puede generar.

Los agricultores concentrados en la Plaça Sant Jaume han venido en coche desde Lleida, donde han iniciado una marcha lenta. Una vez en Barcelona, han pedido encontrarse con el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, para explicarle sus reivindicaciones y hacerle entrega de varias cajas de manzanas producidas en Ponent.

Los campesinos de las comarcas de Ponent arrastran las consecuencias de las bajas temperaturas de principios de abril, que dañaron la poca fruta que se había salvado de las heladas al llegar a los 5 y 6 grados bajo cero en algunas zonas. Según el Departamento de Acción Climática, los territorios afectados superaron las 50.000 hectáreas.

Entre los pueblos de Lleida que han enviado a sus alcaldes y concejales a la capital catalana estaban las localidades de Alcarràs, Alpicat, Aitona, Torrefarrera o Torres de Segre. En total, media docena de representantes municipales de pueblos muy afectados por las heladas que han apoyado una protesta bajo el lema "Pagesia i terres de Lleida, les grans oblidades del Govern". 

Según los cálculos de los campesinos, las heladas y el frío de los últimos dos meses dibujan el panorama más difícil para el sector de la fruta dulce desde 1991. Calculan que se pueden perder cosechas por valor de 450 millones de euros y piden ayudas , directos o en forma de créditos, que permitan cubrir el 30% de las cosechas que han quedado fuera de la cobertura de los seguros.

"Si se pierden 500 empleos en cualquier empresa todo el mundo corre, y aquí se pierden 30.000 y parece que estemos en el paradigma", ha alertado Roqué tras un breve encuentro con la secretaría general de la Presidencia, Núria Cuenca, en las dependencias del Govern.

Ante la imposibilidad de encontrarse frente a frente con el presidente Aragonés o con la consellera de Acción Climática, Teresa Jordà, los agricultores han anticipado nuevas protestas. "La carretera no nos da miedo", ha avisado Roqué.