SEGRE

FAUNA GRANDES DEPREDADORES

Un pastor deja la ganadería en el Sobirà “harto de los continuos ataques del oso”

Un pastor denuncia un nuevo asalto mortal del plantígrado, en Farrera, y renuncia a seguir con el oficio

El pastor, Ramon Cornellana, en su redil de Farrera donde guardará las ovejas hasta el próximo domingo.

El pastor, Ramon Cornellana, en su redil de Farrera donde guardará las ovejas hasta el próximo domingo.E. ALDANA

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“Abandono. El ataque del oso a mi rebaño, de más de 430 ovejas, esta semana en Farrera ha sido la gota que colma el vaso. Es difícil seguir con la tradición familiar que se remonta a mis abuelos pero la coexistencia del oso y la ganadería extensiva se hace inviable”.

Así de contundente se mostró ayer Ramon Cornellana, vecino de Puig-gros, que cada verano traslada a un rebaño de ovejas des de Les Garrigues hasta el Sobirà para pasar los meses de calor en la alta montaña. Aseguró que llegaron a Farrera a mediados de junio como cada año y el domingo volverá a cargar a los animales para sacarlos del “territorio oso”. Su retirada significa también el abandono de pastos y el final de una tradición familiar acostumbrada a la trashumancia.

El lunes denunció la predación de dos ovejas en la zona del Bony de Juverri, cerca de Farrera. Los Agentes Rurales no pudieron certificar que se tratase de un ataque de oso aunque tomaron muestras genéticas e instalaron cámaras de fototrampeo para tomas nocturnas. El martes halló otras tres ovejas muertas y las cámaras de los Rurales certificaron que se había producido un ataque de un oso.

Además, Cornellana aseguró que otras cinco ovejas están desaparecidas desde el martes y otro ejemplar resta malherido. “Mi abuelo y mi padre siempre habían subido ovejas hasta las montañas y nunca antes el oso había llegado tan cerca”. Añadió que el abandono de pastos conlleva también la desaparición de la ganadería de alta montaña, “es una pérdida de país y está claro que “hay que encontrar un solución, o no seré el único que se retire.

Habrán más ganaderos de vacas y caballos que no aguanten la pérdida de animales y lo dejarán”, dijo. Por su parte, el alcalde de Farrera, Àngel Bringué, confirmó que hasta ahora no se había constatado la presencia de oso en estos enclaves desde la reintroducción del oso en el Pirineo.

Cuarta predación este año en el Pirineo y el primera en el Sobirà

Los Agentes Rurales investigan el que sería el cuarto ataque de oso a ganado este año en el Pirineo de Lleida y el primero en el Sobirà. Desde el fin de la hibernación se han constatado algunas predaciones del oso a distintos ganados en municipios de Aran (Gessa y Bagergue), en zonas de Aragón y del sur de Francia. La población de esta especie en toda la cordillera pirenaica se estima en al menos 70 ejemplares. Precisamente, a finales de mayo se pudo fotografiar en el municipio francés de Melles, cerca de la frontera con la Val d’Aran a un osezno nacido este año en el Pirineo central.

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