SEGRE

Los agricultores de Lleida esperan afectaciones mínimas en los frutales por las heladas de la pasada madrugada

Activan sistemas de riego por aspersión y quemadores para combatir las bajas temperaturas en los campos

Cremadors en finques d'arbres fruiters d'Artesa de Lleida, al Segrià, aquest cap de setmana.
Lluís Serrano
Publicado por
acn 
Imágenes de Néstor Serra / via ACN

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Les heladas previstas para este fin de semana en la llano de Lleida han sido finalmente poco severas y los agricultores, que han pasado dos noches en vela controlando los termómetros, confían en que las afectaciones en los árboles en flor sean mínimas. Después de que la madrugada del domingo las temperaturas quedaran contenidas, esta madrugada de lunes han bajado por debajo de los cero grados en algunas zonas del Segrià y el sur de la Noguera. Eso ha obligado a algunos agricultores a distribuir quemadores por las fincas para intentar subir la temperatura y a activar el riego por aspersión, un sistema con el cual se crea una capa de hielo encima de los árboles para tratar de proteger del frío unos frutos que ya están en fases tempranas de crecimiento.

Las heladas se han producido a partir de las dos de la madrugada de este lunes. Los termómetros han llegado hasta el medio grado negativo en Seròs o hasta un grado negativo en Alcarràs, en el Segrià.

Sin embargo, se espera que las afectaciones sean mínimas o inexistentes, según han explicado representantes de las organizaciones agrarias Asaja y Unió de Pagesos.

El Departamento de Agricultura ha informado que las temperaturas han alcanzado los dos grados bajo cero en hondonadas y zonas muy concretas, lo que ha provocado la activación de los sistemas antiheladas. Sin embargo, y gracias a una humedad relativa elevada a raíz de las lluvias, no se esperan daños significativos en los cultivos.

Según Agricultura, las heladas podrían haber afectado parcialmente a la producción o calidad en alguna parcela o zona concreta, pero la conselleria apunta que, en estos momentos, los posibles daños no se pueden observar y habrá que esperar a la evolución de las afectaciones en las próximas horas y días.

Cuando los termómetros son negativos y las flores de los frutales ya están abiertas del todo, el frío las quema y esto afecta considerablemente al crecimiento de la fruta, que acaba dañada y no se puede comercializar. Esto es lo que ocurrió en abril del 2022, cuando las heladas arrasaron las cosechas de la llanura de Lleida y ocasionaron importantes pérdidas económicas.

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