El lobo vuelve a Catalunya y los agricultores exigen medidas de control inmediatas: "no es un camino de rosas"
El sector agrícola advierte que esta especie protegida se añade a los problemas causados por el jabalí, el corzo y el oso, y reclama protocolos claros de gestión

La camada de lobos que ha aparecido en el Alt Empordà.
La primera manada de lobos detectada en Catalunya en un siglo ha generado preocupación entre el sector agrícola catalán. Después de que el miércoles pasado se confirmara oficialmente esta reproducción histórica, los representantes de los campesinos han alertado de que la recuperación de esta especie "no es un camino de rosas" y han hecho un llamamiento urgente para que se establezcan medidas de control efectivas antes de que el animal se convierta en una plaga. Tanto Unión de Campesinos como el Gremio del Campesinado consideran insuficientes las indemnizaciones previstas en caso de ataques al ganado.
"De la misma manera que celebran esta reproducción, lo que hay que hacer es ponerse a ello y no esperar que haya daños a los rebaños", ha declarado Xavier Frigola, coordinador de Unió de Pagesos al Alt Empordà. El sector lamenta que la administración sólo contemple compensaciones económicas cuando el lobo ataque el ganado, sin establecer un protocolo preventivo. Por su parte, Josep Vall-llosera, miembro del Gremio del Campesinado, ha advertido sobre las posibles consecuencias a largo plazo: "Si se implementa el lobo tenemos que estar preparados y tener protocolos, porque si dentro de 10 años se han multiplicado, qué haremos".
Desde el Gremio del Campesinado cuestionan la narrativa oficial sobre la recuperación natural de la especie y consideran que se ha producido "por la puerta de atrás", manifestando su desacuerdo con lo que califican como una reintroducción. Vall-llosera ha recordado que los agricultores ya sufren los problemas que genera la fauna salvaje existente en Catalunya, como jabalíes, corzos, conejos y osos.
Demanda de una densidad máxima de ejemplares
Una de las principales reivindicaciones del sector es el establecimiento de una densidad máxima de ejemplares de lobo en el territorio catalán. Los campesinos temen que, sin este límite, pueda suceder lo mismo que con otras especies que han proliferado excesivamente. "Hace falta estar preparados y tener clara la cantidad máxima que puede haber en Catalunya", ha insistido Vall-llosera, que ha añadido: "Si de aquí diez años se han reproducido como el oso, qué haremos".
Los profesionales del campo también han destacado las complicaciones prácticas que comporta protegerse de este predador. Una solución habitual es utilizar perros mastines para vigilar los rebaños, pero advierten que esta práctica puede ser incompatible con el acceso de los ciudadanos a los espacios naturales, ya que estos perros pueden ser agresivos con los desconocidos.
Falta de coordinación entre departamentos
Los representantes del sector agrario han criticado duramente la "falta de coordinación" entre el Departamento de Territorio y el de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación. Según Frigola, esta desconexión puede provocar que desde el mismo Gobierno se tengan percepciones contradictorias sobre la recuperación del lobo en Catalunya.
El cambio de estatus del lobo, que pasa de especie "extinta como reproductora" a "especie reproductora y, por lo tanto, protegida y amenazada", implica la obligación de redactar y aprobar un plan de recuperación, tal como establece la normativa europea. La Generalitat ha anunciado que todas las medidas futuras se coordinarán a través de la Mesa del Lobo y los departamentos implicados: Interior y Seguridad Pública, Territorio, Vivienda y Transición Ecológica, y Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación.
Los campesinos también han reclamado tener representación en esta mesa de trabajo para poder participar activamente en las decisiones que afectarán directamente su actividad y medios de vida.