ESNOTICIA
Más de 100 litros en Espot y Llavorsí y las temperaturas caen en picado
La nieve vuelve a blanquear las cotas más altas de la Pica d’Estats en pleno agosto
Las fuertes lluvias que se registraron ayer dejaron casi 113 litros por metro cuadrado en Espot entre las 20.00 horas del lunes y las 12.00 horas de ayer. Asimismo, en solo un día cayeron 102 litros en Llavorsí, 99 en Altron y 90 en Aran. Esto provocó que los termómetros cayeran en picado, tanto en el Pirineo como en el llano. Por ejemplo, ayer en Cervera la temperatura máxima fue de unos 20 grados, mientras que el lunes los termómetros llegaron a marcar 30 grados. Esta caída de las temperaturas hizo que una fina capa de nieve blanqueara las cotas más altas de la Pica d’Estats, a más de 3.000 metros de altura. Asimismo, según informaron desde la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) informaron de que se produjeron crecidas ordinarias de los ríos, aunque estos no llegaron a desbordarse. En este sentido, el Noguera Ribagorçana aumentó su caudal de 6 a casi 25 metros cúbicos por segundo entre las 04.00 y las 10.00 horas de ayer en El Pont de Suert. Mientras, el río Valira a su paso por La Seu creció de 4 a 35 metros cúbicos por segundo por la mañana. Con la crecida del Noguera Pallaresa, las empresas de deportes de aventura restablecieron el servicio de kayaks de seguridad para compañar a las barcas de rafting. Esto se hace en los momentos en los que el río baja con más caudal.
Estas abundantes precipitaciones favorecerán la prevención de incendios en los bosques y al llenado de los pantanos (ver desglose). Para hoy está previsto que las lluvias remitan, aunque por la tarde podrían registrarse algunas precipitaciones en el Sobirà y la Alta Ribagorça.
Un breve alivio para la sequía Las lluvias que se registraron ayer dieron un breve alivio a la situación de sequía que se está viviendo este año, que contrasta con las precipitaciones de récord de 2018 (con 1.050 litros en Oliana y 2.000 en Espot). Estas lluvias serán beneficiosas para los pantanos, que desde hace un año han perdido hasta 400 hectómetros cúbicos debido también al calor de récord que se ha registrado este verano. Esta situación ha obligado al Canal d’Urgell a pedir un mayor caudal de agua.