SEGRE

MUNICIPIOS INICIATIVAS

Biosca entrega la casa que regalaba para ganar vecinos y quiere hacerlo con otras diez

Una pareja joven de Manresa se instala en este municipio de la Segarra || Iniciativa para luchar contra la despoblación y el ayuntamiento trata ahora de conseguir empleos a los nuevos vecinos

El alcalde de Biosca, Josep Puig (derecha), entregando las llaves a la pareja de Manresa (izquierda).

El alcalde de Biosca, Josep Puig (derecha), entregando las llaves a la pareja de Manresa (izquierda).X. SANTESMASSES

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En solo ocho días, el ayuntamiento de Biosca ha conseguido entregar las llaves de la vivienda que regalaba para ganar vecinos y evitar la despoblación. Se trata de una pareja joven de Manresa que proyecta su futuro en la Segarra. Ella, Camil, trabaja como freelance, y él, Sebastián, busca trabajo en BonÀrea. El alcalde, Josep Puig, es el promotor de esta iniciativa y el propietario de la casa regalada. Explicó que quiere repetir la experiencia y que está negociando con otros dueños de viviendas en la población, donde “hay una decena de casas vacias”, para que también las regalen a nuevos vecinos. El alcalde apuntó también que se reunirá con empresas de la zona, entre ellas BonÀrea, para facilitar el acceso a puestos de trabajo para los nuevos habitantes.

Biosca tiene 176 habitantes, 70 de los cuales viven en el núcleo principal y el resto en masias de Lloberola y Biosca. En la última década, el municipio ha perdido 50 vecinos y desde el año 2000, casi un centenar. Además, en los dos últimos dos años han cerrado el bar-restaurante y la tienda-panadería, por lo que el pueblo no tiene comercios. A todo ello se le suma que en 2012 cerró la escuela (ver desflose). Según el alcalde, todo ello ha provocado que aumente la despoblación.

En los dos últimos años han cerrado el bar-restaurante y la tienda-horno de pan, ya no quedan comercios

Puig cree que “hay que aprovechar que estamos cerca de Guissona y Torà, donde es fácil encontrar trabajo”. Aseguró que, a nivel de recursos económicos, con un presupuesto anual de unos 100.000 euros, el consistorio no tiene apenas capacidad de poder incidir en el problema. Así, en el pasado mandato el ayuntamiento tuvo que vender 2 viviendas y terrenos para hacer frente a deudas.

Asimismo, el consistorio debe afrontar también la pérdida de vecinos por el cierre de masías por la falta de servicios. Desde hace casi una década está encallado el proyecto para asfaltar el vial que conecta las masias de La Masquita, L’Aubagueta y Cabirol. Son algunas de las que tienen actividad económica y que cada vez tienen más problemas porque “los camiones se niegan a circular por itinerarios no asfaltados”. Puig apuntó que hay que resolver la situación o “de lo contrario, el territorio quedará desierto”. Buena parte de la reivindicación histórica del municipio de pasar al Solsonès es precisamente por esta razón. Así, masías vecinas tienen servicios diferentes si son del Solsonès o de la Segarra, ya el año pasado consiguieron pasar al Solsonès las masias de Folch y Miravalls.

Evitaron el cierre del colegio hace 30 años con una acción similar A principios de los años noventa, el entonces alcalde, Joan Joanola Molist, consiguió mantener abierta la escuela con una iniciativa similar. El primer edil, fallecido el pasado noviembre, daba una casa a cada nuevo vecino que viniera con niños en edad escolar. Consiguió más de media docena. El éxito fue tal que en 1992 el siguiente alcalde, Josep Freixas, inauguró en 1992 el nuevo edificio de la escuela Sant Abdon i Senen, patrón de la localidad. Dos décadas después, en 2012, la falta de alumnos provocó el cierre definitivo del centro y los tres que quedaban fueron trasladados a Sanaüja. La despoblación en pequeños pueblos de la Segarra provocó también el cierre anteriormente de escuelas en Ivorra, Portell, les Oluges o Granyena. En una comarca con 23.000 vecinos y 103 nucleos de población, de los que 35 tienen menos de 20 habitantes, la situación que vive Biosca es similar a la de muchas otras poblaciones.

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