INVESTIGACIÓN
Imputan a una camarera por drogar a ocho clientes en un bar de Saidí
Les habría puesto sedantes en el café. Tres casos ocurrieron en enero pero hubo una denuncia de 2020 y ahora el juez le ha prohibido ejercer su profesión
Los agentes de la Guardia Civil con la investigada. - GUARDIA CIVIL
La Guardia Civil ha imputado a la camarera de un bar de Saidí como presunta autora de un delito continuado contra la salud pública por la supuesta intoxicación intencionada de ocho personas, entre 2020 y 2025, al introducir benzodiacepina (un sedante) en el café que les sirvieron en el establecimiento. Cabe recordar que SEGRE publicó a finales de enero que tres jubilados acabaron drogados con psicotrópicos en el bar donde se habían reunido, como era su costumbre, para tomar café y jugar a cartas. Los afectados, dos de esta localidad y uno de Fraga, presentaron sendas denuncias. Los tres habían acudido al centro de salud de Fraga con las mismas patologías, debilidad en las piernas, somnolencia y mareos.
De hecho, estas denuncias propiciaron la operación ‘Toxdin’. Los investigadores averiguaron que en 2020 hubo una primera denuncia por intoxicación de una víctima. Los resultados analíticos dieron positivo en benzodiacepina, supuestamente suministrada sin su conocimiento con la ingesta del café. Esta primera intoxicación, unida a las denuncias de enero de este año, permitió a los agentes descubrir el modus operandi de la investigada, al comprobar que otras víctimas tenían en común que habían trabajado en Saidí entre los años 2020 y 2021 y que acudían al mismo establecimiento de hostelería, además del resultado positivo en sus analíticas.
La investigación ha determinado que un total de ocho personas vieron comprometidas sus condiciones psicofísicas, poniendo en peligro su salud e integridad física, tras consumir en este establecimiento. Una de ellas incluso llegó a sufrir un accidente de tráfico debido a la alteración de sus capacidades tras el consumo de este fármaco. Se da la circunstancia de que la investigada también tomaba este medicamento con prescripción médica y, al parecer, eligió a sus víctimas al azar. El 13 de enero hubo una inspección en el establecimiento. La acusada estaba empleada en el local.
La Guardia Civil ha remitido las diligencias al juzgado de Fraga, que ha decretado, entre otras medidas cautelares, la suspensión del ejercicio de su profesión al frente de un establecimiento hostelero.
